Actualizado 19/11/2009 22:42

Cuba.- Los gobiernos extranjeros interceden para que los bancos cubanos paguen sus deudas con las empresas privadas


LA HABANA, 19 Nov. (Reuters/EP) -

Los gobiernos extranjeros se mantienen bajo una creciente presión en medio de una fuerte crisis motivo por el cual han comenzado a interceder para que sus empresas nacionales recuperen cientos de millones de dólares congelados en los bancos estatales de Cuba, país que atraviesa en este momento por una de sus peores crisis de liquidez.

Pero los diplomáticos y funcionarios comerciales, abrumados por las quejas y reclamos de ayuda de sus compatriotas, dicen estar teniendo poco éxito en obtener respuestas del Gobierno cubano acerca de la posible liberación del dinero congelado.

Funcionarios extranjeros que visitan Cuba están poniendo el tema bien arriba en sus agendas, dijeron las fuentes.

El ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, dijo el pasado mes octubre durante una visita a la isla que recibió garantías del presidente Raúl Castro de que el dinero congelado sería liberado gradualmente, pero diplomáticos dijeron que el plan tiene aún que ser presentado.

Bancos cubanos informaron por primera vez en noviembre pasado a algunos clientes que no tenían divisas para transferir fuera del país y saldar las deudas que tienen con las empresas extranjeras.

Asimismo, aclararon que las pérdidas provocadas por dos huracanes que azotaron la isla en 2008, las oscilaciones de los precios de las importaciones y la caída de los precios de exportaciones claves como el níquel, así como la crisis económica, habían causado una crisis de liquidez que obligaba al congelamiento "temporal" de las cuentas foráneas.

Cientos de proveedores y empresas mixtas con el Gobierno comunista de la isla calculaban en febrero que unos 1.000 millones de dólares (670 millones de euros) permanecían congelados en los bancos cubanos.

Fuentes diplomáticas dijeron que estaban particularmente preocupadas y desconcertadas por las dificultades que estaban teniendo algunos proyectos conjuntos. "Deben estar al borde del colapso o no tienen idea lo que están haciendo", dijo un agregado comercial europeo.

Un empresario español, que pidió no ser identificado, indicó que "somos una de las empresas mixtas de mayor éxito del país y no podemos importar lo que necesitamos porque los fondos están bloqueados".

MEDIDAS EXTRAORDINARIAS

En algunos casos, los gobiernos están tomando medidas extraordinarias para tratar de ayudar a las empresas de sus países.

En una feria internacional realizada este mes en La Habana, el embajador alemán, Claude Robert Ellner, aclaró a los empresarios de su país que, por el momento, Cuba había sido autorizada a dejar de pagar la deuda con el Gobierno alemán, con la esperanza de que cumpla con sus obligaciones con ellos.

En la misma feria, el presidente de la Corporación Comercial de Canadá, Marc Wittingham, dijo a las empresas canadienses que la crisis de pagos estaba en la cima de su agenda cuando anunció un plan para abrir una oficina comercial en La Habana.

Aunque los cubanos no han sido muy comunicativos sobre la crisis de pagos, conocen que el tema está cada vez más en la mente de sus socios comerciales.

El ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, usó su discurso de apertura de la feria de La Habana para asegurar que la situación de los fondos congelados era sólo "coyuntural".

"Puedo asegurarles que tenemos la mejor voluntad de diálogo con nuestros socios económicos y que Cuba continuará siendo un socio confiable y cumplidor de sus compromisos", precisó.

Mientras otros países del Caribe también intentan mantenerse a flote ante la crisis mundial, Cuba enfrenta desafíos adicionales debido al embargo comercial que aplica Estados Unidos y la imposibilidad de acceder a créditos del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y otras instituciones crediticias.

Un empresario extranjero señaló que, pese a los esfuerzos de los gobiernos, probablemente los fondos bloqueados tardarán en volver a sus legítimos dueños, pues Cuba lo ve como un "impuesto de crisis".

"Lo que no se ha dicho es que muchos de los involucrados han ganado mucho dinero a lo largo de los años y ahora se espera que se sacrifiquen con los cubanos para asegurar negocios parecidos en el futuro", acotó.