Actualizado 29/03/2017 14:21

¿Es Cuba la pesadilla de los emprendedores?

   LA HABANA, 8 Oct. (Notimérica) -

   Tanto en época de crisis como en tiempos de bonanza económica, los ciudadanos más emprendedores de todo el mundo aprovechan la oportunidad para crear su negocio e intentar hacerse un hueco en un mundo donde dominan las multinacionales. Pero, ¿qué ocurre cuando el emprendedurismo se convierte en una norma y no en una excepción?

   La nueva situación económica de Cuba supone un buen ejemplo de esto, ya que miles de cubanos han aprovechado la apertura de las relaciones de la isla con Estados Unidos para crear sus pequeñas empresas, en muchas ocasiones, restaurantes u hoteles privados ubicados en su propia vivienda.

   Desde pizzerías a cafeterías o tiendas de ultramarinos, muchos son los proyectos independientes en los que los ciudadanos cubanos han invertido sus ahorros durante los últimos meses, ante la promesa de un auge en el turismo. Sin embargo, muy pocas veces estos negocios acaban en historias de éxito.

   Mientras que los extranjeros se concentran en La Habana y las ciudades importantes, pocos son los turistas que se adentran en el corazón de cuba en busca de una experiencia más real de la isla y esto lleva a muchos empresarios a tener que poner fin a sus recién creadas compañías en menos de tres meses.

   Las iniciativas con apoyo estatal siguen llevando ventaja a los proyectos independientes, un hecho que no mina las ansias de los cubanos de poder vivir gracias a sus propias iniciativas. Este es el ejemplo de Sandra, una joven que narró su historia al portal 'Cubanet'.

   Ella, junto a un joven británico, decidió invertir en un negocio inmobiliario y alquiló una oficina desde la que operaban, sin embargo, y ante la ilegalidad del contrato de alquiler, la Fiscalía General de la República decidió cerrar el negocio.

   Muchos ven en este tipo de actuaciones un excesivo control gubernamental del sector empresarial, y más, teniendo en cuenta que los cubanos deben hacer importantes desembolsos con el fin de poder poner en marcha sus empresas.

   El crecimiento económico ha llevado también a muchos a acondicionar sus hogares con el fin de poder alquilar varias habitaciones al turismo a través de aplicaciones como AirBnB, sin embargo, todavía no han visto recompensadas sus acciones.

   Desde el año 2010, el trabajo por cuenta propia es legal en Cuba, después de que el Ejecutivo de Raúl Castro regulara este tipo de actividades. Según los datos oficiales, las cifras de este tipo de trabajadores pasaron de los 157.000 a los más de 440.000.

   No obstante, todavía existen muchas actividades prohibidas en la isla, como la creación de cines 3D, la venta de ropa importada, los cursos académicos extracurriculares, entre otros. Además, los autónomos cubanos se ven obligados a pagar grandes tasas --de hasta el 50 por ciento-- por sus ingresos.