Actualizado 21/12/2009 15:17

Cuba.- Raúl Castro admite "preocupaciones" entre los cubanos por "la velocidad" de los cambios económicos necesarios

Reitera "la firme voluntad" de La Habana de devolver "el último centavo" al exterior


LA HABANA, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente cubano, Raúl Castro, reconoció este domingo que los cubanos tienen "honestas preocupaciones" en "la velocidad y profundidad de los cambios" económicos que el Gobierno cubano se propone introducir para "fortalecer" la "sociedad socialista" de la isla y admitió que el año 2010 será un año "difícil" porque "se mantendrán las restricciones derivadas de la crisis".

Sin embargo, el mandatario cubano trató de trasladar una cierta tranquilidad a los cubanos al afirmar que a la hora de definir la "actualización del modelo económico" de la isla "no puede haber espacio a los riesgos de la improvisación ni el apresuramiento".

"Es preciso caminar hacia el futuro, con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos derecho a equivocarnos", insistió el mandatario durante el discurso que pronunció para clausurar la última sesión del Parlamento cubano del año.

El presidente cubano admitió que el Gobierno ha logrado "importantes reducciones" de gastos y "reorientado" los planes de inversión para garantizar "el incremento de las exportaciones y la sustitución de importaciones" como forma de paliar la restricción del crédito y la disminución de los ingresos del Estado debido a la crisis.

Asimismo, adelantó que el próximo año el Gobierno no aprobará planes de inversión "sin un estudio de factibilidad previamente aprobado y que se impulsarán "aquellas actividades que aseguran ingresos y sustituyen importaciones, así como la producción de alimentos" para "reducir paulatinamente la dependencia" exterior.

Castro precisó además que ha decidido retomar "la planificación a mediano plazo", de manera que espera que el Consejo de Ministros esté en disposición de aprobar en marzo las previsiones entre 2011 y 2015.

"Si en épocas normales la planificación es un instrumento imprescindible para la labor de dirección, en el complejo escenario que estamos viviendo se convierte en una necesidad vital para excluir los riesgos que entrañan la improvisación y la falta de integridad", insistió.

El presidente cubano garantizó que el presupuesto del Estado aprobado para 2010, cuyo difícil representa el 3,5 por ciento del Producto Interior Bruto, "permite la estabilidad de las finanzas públicas internas" sin "afectar la calidad de la salud y la educación", servicios gratis en el país. El Gobierno prevé que la economía cubana crezca un 1,4 por ciento en 2009 y un 1,9 por ciento en 2010.

Raúl Castro adelantó que en 2010 "el empleo constituirá una de las prioridades" del Gobierno tras lamentar "el bajo nivel de productividad existente" en la isla y admitió que la introducción de "turnos de trabajo" en el sector de la construcción no ha dado los resultados esperados.

EL PAGO DE LA DEUDA

Por otra parte, Castro admitió que el Gobierno está negociando "reprogramar el pago de la deuda" con sus acreedores y

reiteró "la firme voluntad" del Gobierno cubano para "proseguir honrando hasta el último centavo de los compromisos asumidos" en créditos y pagos de la deuda externa, aunque siempre "en correspondencia con las posibilidades de la economía" y precisó que desde agosto pasado Cuba ya "reducido en más de un tercio las retenciones de pagos acumuladas".

Al insistir en que Cuba "no puede darse el lujo de soportar gastos que es capaz de sustituir con producción nacional", algo que aspiran a conseguir "a mediano plazo", Castro explicó en el Parlamento que el programa de Agricultura suburbana "está llamado a desempeñar un papel decisivo bajo modelos de gestión que involucren tanto a la empresa estatal como a las cooperativas, campesinos individuales, usufructuarios de la tierra y otras formas de producción" y permitan, entre otros, la venta directa a los campesinos de sus productos excedentes.

Tras defender que "se impone liberar, como en todas las demás, a las fuerzas productivas de restricciones para su desarrollo", Raúl Castro adelantó que se seguirá consolidando "el proceso de entrega de tierras en usufucto". Hasta ahora, se han entregado alrededor de 920.000 hectáreas a más de 100.000 beneficiarios, lo que representa el 54 por ciento del total de la superficie "ociosa" en el país, precisó.