Actualizado 13/09/2009 20:43

Cubanos despiden a héroe revolucionario Juan Almeida

Por Esteban Israel

LA HABANA (Reuters/EP) - El presidente cubano Raúl Castro despidió el domingo con una rosa roja al héroe guerrillero Juan Almeida, cuya muerte a los 82 años hizo a muchos reflexionar sobre el papel de la generación histórica que gobierna Cuba medio siglo después de la revolución de 1959.

Castro, de 78 años, depositó la flor ante una fotografía de su compañero de armas de la Sierra Maestra colocada en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde una bandera cubana ondeaba el domingo a media asta en señal de luto.

Decenas de miles de cubanos desfilaron luego en silencio ante un retrato de Almeida, uno de los vicepresidentes y tercer hombre en la jerarquía histórica de la revolución luego de los hermanos Fidel y Raúl Castro.

Fidel Castro, apartado del poder y la vida pública desde que enfermó hace tres años, envió una corona de flores.

"Almeida fue uno de los héroes que hizo la revolución. Para todos los cubanos es una pérdida sensible", dijo Mercedes Carbajo, una arquitecta de 25 años, tras rendir homenaje.

Su muerte, poco antes de la medianoche del viernes, recordó a muchos que el tiempo se agota para la vieja guardia que sigue gobernando Cuba medio siglo después de la revolución.

Raúl Castro, que reemplazó el año pasado en la presidencia a su convaleciente hermano Fidel, de 83 años, aludió a la avanzada edad de la generación histórica en un discurso a fines de julio. Sentado junto a Almeida, Castro dijo que "por ley de la vida" el próximo congreso del gobernante Partido Comunista podría ser el último encabezado por la vieja guardia.

"Todos los que están dirigiendo el país en estos momentos son de aquella guerrilla (...) Lastimosamente ya son personas mayores, pero seguimos confiando en ellos", dijo Carbajo en la Plaza de la Revolución.

Raúl Castro se ha rodeado de viejos camaradas de armas en el Gobierno. El vicepresidente José Ramón Machado, que fue médico en la Sierra Maestra, tiene por ejemplo 78 años. El ministro de Comunicaciones, Ramiro Valdés, otro legendario comandante de la guerrilla, 77.

Libertad Ruibal, una mujer de 70 años que salía del memorial donde fue homenajeado Almeida, pensaba en el lugar no revelado donde Fidel Castro convalece desde hace tres años de una enfermedad que lo tuvo al borde de la muerte.

"Uno en estos momentos piensa en Fidel. ¿Cómo estará? Tan triste, pasando por otro momento tan doloroso", dijo, secándose el sudor en una calurosa mañana tropical.

"Siento mucha tristeza, pero al mismo tiempo mucho valor, porque él (Almeida) nos impregnó de mucha modestia y al mismo tiempo de mucha valentía para seguir defendiendo nuestra revolución", añadió.

Almeida era un hombre popular entre los cubanos. Muchos de los que le rindieron homenaje el domingo en La Habana y otras ciudades a lo largo de Cuba dijeron que su vida ilustraba los logros de la revolución de 1959.

Negro y de origen humilde, Almeida era un albañil que acompañó a Fidel Castro en todas sus aventuras desde el desastroso asalto al Cuartel Moncada en 1953, la cárcel, el exilio en México y el desembarco en la costa oriental de Cuba en 1956 para iniciar la guerra de guerrillas.

Fue uno de los primeros comandantes de Fidel Castro y el cubano negro de mayor jerarquía en la generación histórica.

En el momento de su muerte era uno de los vicepresidentes del Consejo de Estado e influyente mediador en los asuntos internos del gobernante Partido Comunista.

Almeida, que tuvo además una singular carrera como compositor de canciones populares, será sepultado próximamente con honores militares en las montañas de la Sierra Maestra, donde combatió al mando del III Frente rebelde.