(Reuters/EP) - La Cámara de Diputados aprobó el miércoles una prórroga por un año de facultades delegadas que permiten al Gobierno, entre otras atribuciones, modificar el impuesto a las exportaciones de granos, que son clave para mantener el superávit fiscal del Estado.
Ahora el Senado deberá confirmar la decisión de los diputados, un paso que los especialistas dan por hecho ya que el peronismo oficialista cuenta con mayoría en la cámara alta.
A continuación, algunos datos sobre el impuesto a las exportaciones agrícolas y sobre el sector rural de Argentina, uno de los principales exportadores mundiales de alimentos.
* Los dirigentes de las cuatro mayores asociaciones agrarias del país, enfrentadas con el Gobierno desde el 2008 por el impuesto a la exportación, pretenden que sea el Congreso el que fije la tasa.
* Las entidades rurales reclaman una rebaja en el impuesto a los granos, pero la presidenta Cristina Fernández se niega a recortarlo por temor a golpear la recaudación fiscal.
* En el 2008, los productores rurales realizaron protestas muy agresivas, con huelgas comerciales y cortes de ruta, contra un intento del Gobierno de subir la tasa a la soja.
* El Gobierno debió desactivar el proyecto, pero la relación con los productores es distante desde entonces.
* Argentina es el tercer productor y exportador mundial de granos de soja y el mayor proveedor global de harina y aceite derivados de la oleaginosa. El país es, además, uno de los principales vendedores de maíz, trigo y carne vacuna.
* Las ventas externas de granos y derivados de soja -el principal cultivo del país- produjeron ingresos por 16.500 millones de dólares en el 2008, suma equivalente al 23,4 por ciento del total de las exportaciones argentinas.