Actualizado 15/09/2009 22:20

DATOS-Sindicatos venezolanos exigen más al Gobierno de Chávez

CARACAS (Reuters/EP) - Sindicatos de las empresas estatales venezolanas están enfrentados con el Gobierno del presidente Hugo Chávez que, presionado por la merma de los vitales ingresos petroleros, no puede hacer frente a sus exigencias de mejorar las condiciones laborales.

Además, la desinversión crónica en muchos sectores, las promesas de absorber a miles de trabajadores tercerizados y la división en torno a un controvertido plan socialista para las compañías estatales han puesto a los sindicatos en el centro de la permanente confrontación política en el país petrolero.

El enfrentamiento sindical es un obstáculo para los planes del mandatario, quien pese a su discurso obrerista ha criticado fuertemente a muchas de las organizaciones sindicales, lo que supone un riesgo para las operaciones de las compañías si los trabajadores deciden ponerse en pie de guerra.

A continuación, los principales conflictos sindicales estatales en Venezuela por sectores:

PETROLEO

El contrato colectivo para todos los trabajadores de la industria está vencido desde hace ocho meses y hasta ahora no se han iniciado las discusiones. El ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, ha dicho que no negociará con ningún enemigo de Chávez.

La elección de la directiva de la organización que unificará a los sindicatos del sector ha sido muy controvertida, postergándose cuatro veces. La nueva fecha fijada para el comicio sindical es el 1 de octubre.

Tras la expropiación de 76 empresas de servicios en el occidente del país, algunos obreros han protestado con la forma en que fueron incorporados 7.500 obreros a la nómina de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Otros empleados han protagonizado protestas para exigir mejoras salariales, denunciar la falta de implementos y pedir una mayor dotación de sistemas de seguridad en las instalaciones petroleras.

SIDOR

La mayor siderúrgica de la región andina y el Caribe volvió a ser nacionalizada el año pasado, luego de dilatados problemas en la discusión de su contrato colectivo con la anterior casa matriz, el conglomerado industrial argentino Ternium.

Sin embargo, luego de un año de administración pública persiste la situación de los tercerizados, a los que el Gobierno prometió sumar a la nómina estatal. Pero, hasta ahora, cerca de 6.000 personas siguen en condiciones contractuales precarias.

Sindicalistas también se quejan de falta de insumos y condiciones de seguridad apropiadas para sus actividades.

ELECTRICO

La unificación de 14 contrataciones colectivas en una sola tras la estatización de todo el sector eléctrico en el 2007 ha generado persistentes focos de tensión entre el Gobierno y los 28.000 trabajadores de la industria.

El proyecto de contrato lleva un año en discusión y aún no ha avanzado en las cláusulas económicas, mientras los sindicatos denuncian el deterioro de muchas plantas, retrasos en la ejecución de inversiones clave y empeoramiento del servicio eléctrico, que ahora está en manos de la estatal Corpoelec.

SECTOR ALUMINIO

Las empresas del aluminio están golpeadas por problemas de obsolescencia tecnológica y falta de inversiones crónica, lo que ha llevado a una merma en la producción y demandas de los trabajadores por el incumplimiento de compromisos contractuales y exigencias salariales.

El Gobierno ha inyectado recursos para mantener la operatividad de las plantas, que han sido afectadas en varias ocasiones este año por protestas laborales.

EDUCACION

Los educadores lanzaron este año manifestaciones y protestas para presionar por la firma de su contrato colectivo, que fue resuelto a mediados del año.

Grupos de educadores también se han sumado a las protestas contra una polémica Ley de Educación aprobada en agosto que aumenta el control del Estado sobre las escuelas y universidades en el país petrolero.

El Gobierno ha amenazado con sustituir a los educadores que no asistan a clases.

(Por Fabián Andrés Cambero, editado por Mónica Vargas)