Actualizado 18/09/2009 20:49

Diálogo Ronda de Doha con pocos avances, pese llamados políticos

Por Jonathan Lynn

GINEBRA (Reuters/EP) - Pese a una semana de intenso diálogo en torno a la Ronda de Doha, que busca la liberalización del comercio mundial, sólo se lograron agendar más reuniones entre los negociadores pero ningún gran avance, admitió el viernes un grupo de diplomáticos.

Cuando el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, se dirija el martes a los 153 miembros del foro en su mensaje para la cumbre del G-20 de la próxima semana en Pittsburgh, el ánimo probablemente no sea el mejor.

Muchos de los negociadores comerciales esperan que la cumbre del G-20 renueve los llamados a finalizar la Ronda de Doha en el 2010, ocho años después de su inicio, y se sumen a las declaraciones políticas de apoyo a las negociaciones comerciales.

Pero la falta de conexión entre los llamamientos políticos y lo que realmente sucede en las negociaciones, donde han habido pocos signos de flexibilidad, sigue siendo un factor de molestia.

Muchos negociadores en Ginebra, a los que esta semana se sumaron altos funcionarios de distintos gobiernos, después de que hace dos semanas una reunión de ministros de Comercio en Nueva Delhi pidiera intensificar las conversaciones, creen que Estados Unidos -el actor más importante del acuerdo- no puede o no quiere cambiar su postura.

Existe poco apoyo político en Estados Unidos a nuevos tratados comerciales y el Gobierno del presidente Barack Obama tiene otras prioridades más importantes, como resolver la crisis financiera o concretar una reforma al sistema de salud.

El principal funcionario de comercio estadounidense, Ron Kirk, rechazó el jueves los comentarios respecto a que el clima interno en Estados Unidos no es el adecuado para alcanzar un acuerdo sobre Doha.

Pero para los socios comerciales de Washington, esa suspicacia persiste.

"Yo diría que parece haber consenso para avanzar en conjunto, excepto por uno", dijo un embajador ante la OMC de un importante país en desarrollo que prefirió no ser identificado.

"Ahora estamos esperando que algo pase en la política interna de Estados Unidos, de otra forma no podemos hacer nada", dijo el negociador de un país rico.

PROMESA INCUMPLIDA

Las mayores potencias comerciales están dispuestas a evitar el fracaso total de la negociación de Doha, que busca establecer un recorte en los aranceles de importación y los subsidios agrícolas alrededor del mundo, y que fue pensada como una forma de ayudar al crecimiento de los países en desarrollo.

En caso de éxito, podría significar un multimillonario estímulo para la economía mundial por varios años y un impulso inmediato a la confianza empresarial.

Pero quienes podrían perder con una liberalización del comercio -desde los sindicatos en Estados Unidos hasta los pequeños agricultores de países pobres- se han opuesto con fuerza al acuerdo.

Esta semana, los negociadores fijaron una serie de reuniones para los próximos meses con el fin de cerrar los asuntos pendientes.

El compromiso del G-20 sobre comercio, que es evitar el proteccionismo que podría exacerbar la crisis, también parece tambalear y no sólo por la decisión de Washington de la semana pasada de imponer aranceles a los neumáticos chinos.

Según un estudio detallado de Global Trade Alert, un proyecto de investigadores independientes, los miembros del G-20 al igual que otros países están tomando una serie de medidas para restringir el comercio.

"Ahora aparece en su escala total el fracaso del G-20 para cumplir con su compromiso de alejarse del proteccionismo", dijo Simon Evenett, profesor de comercio internacional de la Universidad de St Gallen y uno de los coordinadores del proyecto.

"En una estimación conservadora, se habían impuesto 121 medidas proteccionistas por los Gobiernos del G-20 hasta noviembre pasado. Cada tres días un Gobierno del G-20 rompe su compromiso anti-proteccionista", afirmó Evenett en un blog en el sitio web VoxEU.org.