Actualizado 27/08/2009 04:14

Dinastía familiar en duda tras muerte de Edward Kennedy

Por Jason Szep

BOSTON (Reuters/EP) - La muerte del senador Edward Kennedy marca el ocaso de una de las familias políticas más relevantes de Estados Unidos, ya que ninguno de los herederos parece reunir la mezcla de carisma, ambición y celebridad característica del grupo.

Kennedy, de 77 años, fue uno de los legisladores más eficientes en la historia de Estados Unidos y hermano del asesinado presidente John F. Kennedy. Murió en las últimas horas del martes tras perder la batalla contra un cáncer cerebral.

El senador falleció semanas después de la muerte de su hermana Eunice Kennedy Shriver, fundadora de los Juegos Paralímpicos y defensora de los discapacitados mentales.

"No parece haber nadie que tome la antorcha", dijo Thomas Whalen, un profesor de política en la Universidad de Boston.

"En la nueva generación no parece haber nadie que continúe con el legado. Puede que Ted Kennedy haya sido el último", comentó Whalen, autor de un libro sobre la primera postulación de John Kennedy al Senado en 1952.

El diagnóstico de cáncer y la muerte de Kennedy despertaron la especulación sobre quién sucederá al senador en el cuerpo legislativo y si podrá emerger una nueva generación del famoso apellido.

Muchos de los Kennedy jóvenes participan en la vida política y cívica del país pero ninguno con el alcance de Ted Kennedy.

Kennedy era el último de los cuatro hermanos varones de la familia, que incluía a John, elegido presidente en 1960 y asesinado en 1963, además de a Robert, un senador por Nueva York cuyo intento por ganar la candidatura presidencial terminó con su asesinato en 1968.

El hermano mayor, Joseph Jr., murió durante la Segunda Guerra Mundial.

Las opciones para que otro Kennedy herede la banca del Senado, en poder de la familia por casi cinco décadas, son limitadas. El sobrino de Kennedy, Joseph, el hijo mayor de Robert, es usualmente nombrado como una posibilidad.

Joseph fue congresista por Massachusetts durante seis períodos y ahora dirige la organización sin fines de lucro Citizens Energy Corp, que entrega gasoil de calefacción barato para los pobres.

Consideró postularse para el puesto de gobernador de Massachusetts en varias ocasiones pero nunca lo hizo. En 1997, su ex esposa publicó un libro para nada positivo sobre el político del clan Kennedy.

Los demócratas, conscientes del afecto de la gente por la familia Kennedy, podrían pedirle al ex congresista, de 56 años, que aspire al asiento de su tío.

Bajo la ley de Massachusetts, una vacante en el Senado obliga al gobernador a convocar a una elección especial entre 145 y 160 días después de que se convierta en oficial.

Otros Kennedy podría mantener vivo el legado, pese a que ninguno con la proporción de canoso "León del Senado", calificado como uno de los congresistas y comunicadores más eficientes de Washington.

Otro que podría seguir la tradición es Patrick Kennedy, hijo de Ted y representante por el estado de Rhode Island. Patrick, de 42 años, deberá mudarse a Massachusetts si quiere lograr la banca de su padre.

Pero Patrick también ha estado envuelto en controversias. La más reciente, ocurrida en 2006, cuando buscó ayuda por su dependencia de medicamentos recetados luego de estrellar su automóvil contra una barrera de seguridad en Washington. Este año sufrió una recaída en su batalla contra la adicción.

DESTINOS POLITICOS INCIERTOS

Cuando Ted Kennedy tenía la misma edad de su hijo, en 1974, su propio futuro político también lucía incierto.

Cinco años antes, Mary Jo Kopechne, una joven secretaria, se había ahogado cuando el automóvil de Kennedy cayó de un puente en Chappaquiddick, Massachusetts, luego de una noche de fiesta. Rumores sobre alcoholismo y dudas sobre su moral acosaron a Kennedy en esa época.

El futuro político de otro miembro de la familia, Kathleen Kennedy Townsend, de 58 años, hija mayor de Robert Kennedy y ex lugarteniente del gobernador de Maryland, se fue a pique en 2002 cuando perdió la candidatura para gobernador.

Caroline Kennedy, de 51 años e hija de John F. Kennedy, retiró su candidatura para ocupar la banca del Senado por Nueva York dejada por Hillary Clinton.

La hija del carismático presidente, escritora y filántropa, enfrentó críticas por responder vagamente o con dificultad, según algunos, en entrevistas con medios. Otros cuestionaron si Kennedy, quien ni siquiera votó en varias elecciones, obtendría el asiento solamente por llevar el apellido de la familia.

Hay otros que todavía no han sido puestos a prueba como por ejemplo Robert F. Kennedy Jr., activista por el medioambiente y abogado, quien nunca fue legislador.

"No hay otra persona entre los jóvenes hijos de la familia que tenga el carisma político y televisivo, o los principios, en este momento de un Ted Kennedy", dijo Julian Zelizer, profesor de política de la Universidad de Princeton.

"Parece que la familia está desapareciendo como una dinastía", añadió.