Actualizado 13/08/2009 09:15

Diputados Argentina aprueba facultades tributarias

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La Cámara de Diputados de Argentina dio media sanción en la madrugada el jueves a una prórroga de facultades otorgadas al Poder Ejecutivo para fijar tributos, entre ellos los polémicos impuestos a la exportación de granos claves para oxigenar las debilitadas arcas fiscales.

El oficialismo, en su primera prueba en el Congreso tras la derrota que sufrió en junio en las elecciones de mitad de mandato, peleó duro para extender un año esas facultades, que vencen el 24 de agosto.

La decisión pasó ahora al Senado, que debe refrendar la medida para que quede firme.

Las negociaciones políticas en Diputados fueron prolongadas y se extendieron hasta último momento, y tras unas nueve horas de debate el resultado de la votación arrojó 136 votos a favor, 100 en contra y 7 abstenciones.

En una acalorada sesión, los gritos y las manifestaciones del público que asistió al debate interrumpieron las exposiciones en varias oportunidades.

"No vamos a dejar a nuestro Gobierno sin superávit primario fiscal", argumentó Agustín Rossi, titular del bloque de diputados oficialistas al defender la prórroga.

"Vamos a pelear por fortalecer la política, para que sea la política de cambio", sostuvo en medio del griterío del público asistente.

Representes agropecuarios criticaron de inmediato la decisión legislativa.

Ulises Forte, vicepresidente segundo de la Federación Agraria, declaró a medios: "Me parece que el Poder Ejecutivo se sigue equivocando. El pueblo en las urnas eligió otra cosa".

Estas facultades delegadas sobre centenares de leyes han sido una constante en los gobiernos del pasado reciente, al margen de los respectivos colores políticos.

Si el proyecto aprobado en Diputados cumple el mismo trámite en el Senado, la administración de la presidenta Cristina Fernández podrá seguir contando con ingresos por más de 8.000 millones de dólares anuales.

Los impuestos, que afectan exportaciones agrícolas, están en el centro de un conflicto que el debilitado Gobierno mantiene con el sector agropecuario, uno de los motores de la economía doméstica.

Argentina es uno de los mayores productores de soja, trigo y maíz del mundo, y algunos opositores respaldan la petición de los agricultores de reducir los tributos a la exportación y limitar las facultades de la presidenta sobre los impuestos.

Los agricultores, que consideran que las llamadas retenciones desestimulan la producción, llevaron su reclamo a nivel nacional en el 2008 mediante una serie de huelgas comerciales y cortes de carreteras que ocasionaron un alto costo político al Gobierno.

Los tributos a la exportación llegan a un 35 por ciento en el caso de la soja, el cultivo predominante en el país. El Gobierno defiende ese nivel de tributación mientras sufre una caída en sus ingresos por una desaceleración de la economía.