Actualizado 23/06/2009 23:21

Disputa facciones peronistas aviva campaña electoral argentina

Por Guido Nejamkis

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La pelea por los votos de indecisos entre las facciones peronistas que lideran los sondeos para la elección legislativa argentina se agudizó el martes, a cinco días de una votación en la que la presidenta Cristina Fernández podría perder el control del Congreso.

La lucha más encarnizada se concentra en la central provincia de Buenos Aires, donde vive el 38 por ciento de la población argentina y en la que el esposo y antecesor de la mandataria, el justicialista (peronista) Néstor Kirchner, se postula como candidato a diputado.

En la recta final de la campaña, los grupos peronistas enfrentados lanzaron anuncios proselitistas con feroces ataques cruzados que subieron la temperatura de una elección que Kirchner ha caracterizado como un plebiscito a su gestión, del 2003 al 2007, y la de su esposa y sucesora.

"Vine a ayudar con ideas, no con caprichos. Necesitamos un argentino más otro, no un argentino contra otro", dijo el candidato a diputado por el peronismo disidente, Francisco De Narváez, principal rival de Kirchner en Buenos Aires, en alusión al estilo confrontativo del ex mandatario.

La mayoría de sondeos de intención de voto otorga una estrecha ventaja a Kirchner sobre De Narváez, un millonario que llegó a la política en la última década y al que algunos sondeos le adjudican posibilidades de victoria si logra captar los votos decididos a última hora.

Una eventual victoria de De Narváez en el distrito más poblado del país asestaría un golpe a Kirchner y al Gobierno, desgastado tras una agria puja con el poderoso sector agrícola, una alta inflación no reconocida oficialmente que mina el poder de compra de la población y el efecto de la crisis global sobre la economía local.

Muchos argentinos están cansados, además, del ríspido estilo de Gobierno que practicó Kirchner y continuó su cónyuge, junto a una política económica de fuerte intervención estatal que contrasta con el liberalismo del ex presidente peronista Carlos Menem en la década de 1990.

La economía de Argentina experimentó una fuerte expansión desde el 2003 al 2008, cuando comenzó a desacelerarse.

"Cada vez que quieren volver los neoliberales se tratan de esconder detrás del peronismo, único instrumento que encontraron para su retorno. Pero aprendimos la lección de la historia y el 28 de junio daremos una lección histórica", dijo Kirchner en referencia a De Narváez.

Kirchner aseveró que el empresario y sus aliados buscarán dar marcha atrás con medidas adoptadas por el Gobierno, como las estatizaciones de la deficitaria Aerolíneas Argentinas y las administradoras de fondos de pensiones.

"Nos quieren hacer volver (...) a entregar otra vez los fondos de los argentinos, que son los fondos de los jubilados, que no estén en manos de la administración del Estado. Nos quieren hacer retroceder con Aerolíneas Argentinas", dijo.

Ambos candidatos intercambiaron acusaciones de pactos secretos con otras fuerzas, buscando ventajas electorales, pero la candidata a diputada Margarita Stolbizer, del centrista Acuerdo Cívico y Social, dijo que en realidad los que acordarán tras los comicios serán los propios peronistas.

"El operativo sucio de Kirchner para levantar a De Narváez es parte del pacto del PJ (Partido Justicialista, peronista) para quedarse con todo. Después del 28, se volverán a juntar", opinó.

CON LA MIRA EN LA PRESIDENCIA

En la elección argentina de medio término se renovarán 129 bancas en la Cámara de Diputados, de un total de 257, y 24 del Senado, de un total de 72. El sufragio es obligatorio y 27,8 millones de personas están habilitadas para votar.

Sondeos y proyecciones indican que en la Cámara baja las bancas del oficialismo y sus aliados disminuirían a entre 110 y 115 desde las actuales 135, mientras que en el Senado pasarían a 37 desde 41.

Además de la puja en la central provincia de Buenos Aires, el peronismo, que en los últimos 20 años apenas ha estado dos años fuera del Gobierno central, podría definir en la votación a sus dirigentes mejor posicionados para pelear por la presidencia en las elecciones generales del 2011.

En esa carrera, además del propio Kirchner y su esposa, que tiene derecho legal a una reelección consecutiva, están anotados el senador por Santa Fe Carlos Reutemann y el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, entre otros.

"La elecciones de medio término son también una gran interna abierta para dirimir los perfiles del liderazgo con miras al 2011", destacó la analista política Graciela Römer.

(Con reporte adicional de Karina Grazina, Editado por Silene Ramírez)