Actualizado 18/08/2009 22:33

Disturbio político en Irán desalienta inversiones crudo

Por Simon Webb

DUBAI (Reuters/EP) - La agitación política en Irán tras las elecciones de junio ha desacelerado los esfuerzos de petroleras internacionales para encontrar la manera, pese a las sanciones, de invertir en el país, que cuenta con las segundas mayores reservas mundiales de crudo y gas.

Sólo hace unos meses, las compañías de energía más poderosas del mundo reevaluaban los riesgos de operar en Irán y miraban con optimismo la posibilidad de que se levanten sanciones, ante la apertura que mostró el gobierno de Barack Obama ante Teherán.

Pero los disturbios tras los comicios presidenciales, en los que resultó reelecto Mahmud Ahmadineyad, desencadenaron la mayor crisis interna desde la revolución islámica de 1979, haciendo más lenta a la burocracia iraní y espantando a operadores de las grandes compañías petroleras.

"Es difícil hacer más lenta a una tortuga, pero eso ha pasado" dijo un ejecutivo de una petrolera internacional que pidió anonimato.

"Esto ha puesto todo en caída libre, no se están tomando decisiones", agregó.

En los primeros meses de la presidencia de Obama, las firmas energéticas aumentaron sus contactos con funcionarios iraníes del sector petrolero, con la esperanza de que con o sin Mahmoud Ahmadinejad, las relaciones entre Estados Unidos e Irán mejorarían, pero los acercamientos no han tenido éxito.

"Creo que no hay forma de adelantar en Irán", dijo un ejecutivo de otra firma petrolera con experiencia de trabajo en la república Islámica.

"Nada está ocurriendo, nada en absoluto, y creo que no hay riesgo de que algo ocurra algo después de esta elección", añadió.

PROYECTOS EN IRAN

Las sanciones han detenido las inversiones de firmas estadounidenses en el sector de energía de Irán, y aunque las compañías europeas han tenido menos restricciones, han retrasado nuevos acuerdos debido a la presión política de gobiernos occidentales para que Irán desista de su programa nuclear.

Occidente teme que Teherán esté trabajando para fabricar bombas nucleares, pero Irán dice que su programa está destinado a generar electricidad.

La mayoría de las grandes compañías energéticas de Europa han dicho a Irán que les gustaría avanzar en sus proyectos en el país.

La anglo-holandesa Royal Dutch Shell, la española Repsol, Total de Francia y la austriaca OMV tienen planes de exportación de gas en espera.

En tanto, la noruega StatoilHydro quiere un contrato de servicio para un proyecto de campo de gas, mientras que Eni de Italia está considerando más trabajos en el yacimiento petrolífero Darkhovin.

El mercado del petróleo, cargado por altos inventarios y baja demanda, ha reaccionado poco ante las turbulencias políticas en el segundo mayor productor de la OPEP.

El impacto podría haber sido mayor más de un año atrás, cuando las materias primas tocaban récords y los precios del petróleo subían por las tensiones políticas en Oriente Medio.

Las exportaciones de petróleo de Irán no han resultado afectadas, pero los disturbios internos podrían contribuir a desacelerar el crecimiento local de la demanda, dijo PFC Energy en un reporte.