Por Gertrude Chavez-Dreyfuss
NUEVA YORK, 18 nov, 18 Nov. (Reuters/EP) -
- El dólar y el yen caían el lunes, luego de que China anunció las reformas económicas y sociales más extensas en casi tres décadas, impulsando el apetito por el riesgo en monedas de mayor rendimiento como los dólares australiano y neozelandés.
Las acciones chinas registraron su mayor avance en más de dos meses el lunes, mientras que los papeles en el mundo tocaron sus niveles más altos desde inicios del 2008.
El índice del dólar, que mide a la divisa estadounidense frente a una canasta de monedas, caía un 0,2 por ciento a 80,688, mientras que al euro ganaba un 0,2 por ciento a 1,3519 dólares.
El euro recibió cierto apoyo de datos que mostraron que el superávit comercial de la zona euro creció más de lo esperado en septiembre.
El yen también perdió fuerza frente a la mayoría de monedas.
La divisa japonesa es considerada un activo de refugio debido a su alta liquidez. Tanto el yen como el dólar, con tasas de interés cercanas a cero, son usados para financiar las compras de activos de mayor riesgo en las llamadas transacciones de 'carry trade'.
El dólar salió de niveles máximos la semana pasada, luego de que la nominada a la presidencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, alentó expectativas de que la Fed mantendría intactas sus compras de bonos por 85.000 millones de dólares este año.
La mayoría de los inversores ahora espera que la Fed comience a reducir su inyección de estímulo en marzo del 2014, lo que significa que habrá más dólares disponibles.
El Banco Central Europeo también ha prometido mantener las tasas de interés cerca de mínimos récord y podría tomar nuevas decisiones, mientras que el Banco de Japón también adoptaría agresivas medidas de estímulo monetario para alcanzar su meta de inflación.
El Banco de Japón sostendrá una reunión esta semana y se espera que mantenga una política monetaria ultra expansiva.
En tanto, los inversores están a la expectativa de los próximos datos que serán publicados en Estados Unidos para evaluar el momento en que la Fed reducirá sus compras mensuales de bonos.
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