LIMA (Reuters/EP) - Dos militares murieron el miércoles en una zona andina de Perú al ser atacado el helicóptero en el que se dirigían a rescatar a tres soldados heridos, informó el ministro de Defensa, en el segundo atentado en la semana atribuido a rebeldes de Sendero Luminoso.
El ministro Rafael Rey precisó que el helicóptero militar fue impactado por disparos de guerrilleros cuando se disponía a aterrizar en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), región en la que las fuerzas de seguridad combaten a los rebeldes aliados al narcotráfico.
"En el momento de aterrizar le dan al rotor y evidentemente el helicóptero se inclina de cabeza y por eso fallecen", dijo a periodistas el ministro.
Un comandante también resultó herido en ese ataque, con el que se elevan a cuatro los militares que se encuentran lesionados en la selva y a quienes Rey aseguró que iban a rescatar.
"No vamos a dejar a nuestros heridos ni a nuestros muertos en el lugar", enfatizó.
El miércoles, tres militares fueron heridos por rebeldes en lo que se presume sea en represalia a un enfrentamiento en el que al menos dos soldados y cuatro rebeldes murieron la semana pasada en la misma región, cuando fuerzas de seguridad buscaban a un líder de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso.
El Gobierno lanzó en agosto del 2008 una ofensiva en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene en un intento por contener un rebrote de violencia en la zona, pero hasta el momento el saldo es de 40 militares muertos.
Perú enfrentó durante dos décadas una sangrienta lucha contra la guerrilla de Sendero Luminoso, en la que murieron o desaparecieron unas 69.000 personas, según cifras oficiales.
Durante su apogeo, Sendero Luminoso empuñaba una ideología maoísta y buscaba instaurar un Estado comunista en Perú.
Pero tras la captura en 1992 de su líder, Abimael Guzmán, el grupo se ha convertido en aliado del narcotráfico que le provee armas, municiones y alimentos en el segundo productor mundial de cocaína.
Según expertos, la creciente alianza entre el narcotráfico y los remanentes de Sendero Luminoso podrían convertirse en un serio riesgo para la seguridad del país si el Gobierno del presidente Alan García no endurece sus medidas para combatirla.
Sin embargo, coinciden en que, por ahora, las inversiones que el país sudamericano necesita para revertir la desaceleración de su economía por la crisis mundial estarían inmunes a los ataques de Sendero, debido a que no están radicadas en la zona de operaciones del grupo.