Actualizado 24/08/2009 17:56

EEUU busca sanciones para poner fin a planes atómicos Norcorea

Por Jack Kim

SEUL (Reuters/EP) - Un funcionario estadounidense encargado de aplicar sanciones de la ONU a Corea del Norte buscó el lunes el apoyo de Corea del Sur durante una reunión, mientras Pyongyang toma medidas conciliatorias después de meses de amenazas militares.

Una delegación norcoreana de alto rango enviada a rendir homenaje a un fallecido líder surcoreano se reunió el domingo con el presidente Lee Myung-bak y transmitió un mensaje del líder de su país, Kim Jong-il, en la primera comunicación formal desde que Lee asumió hace 18 meses.

La Casa Azul, sede del poder ejecutivo surcoreano, negó reportes publicados en varios diarios del país que indicaron que los enviados llevaron un pedido de Kim de realizar una cumbre formal con Lee, quien puso fin a años de ayuda incondicional y fue profundamente criticado por Pyongyang.

Algunos analistas dijeron que los inusuales gestos conciliatorios de Norcorea podrían indicar que las sanciones impuestas luego del lanzamiento de un cohete en abril y un ensayo nuclear en mayo podrían estar presionando al Estado y forzándolo a buscar fondos.

Philip Goldberg, coordinador estadounidense de las sanciones de la ONU, se reunió con funcionarios surcoreanos para dialogar sobre la aplicación de penalidades que buscan eliminar el comercio de armas de Norcorea.

Según estimaciones, este intercambio provee al menos cientos de millones de dólares por año a Pyongyang.

"Nuestro objetivo es volver al proceso de desnuclearización", dijo Goldberg a periodistas después de las conversaciones en Seúl.

Corea del Norte dijo que considera muertas las negociaciones de desarme a cambio de asistencia entre las dos Coreas, China, Japón, Rusia y Estados Unidos. En cambio, ha señalado que quiere dialogar directamente con Estados Unidos, algo a lo cual Washington se ha negado.

Las sanciones de la ONU buscan prohibir negocios con las dos Coreas, que se sospechen estén en el comercio ilegal de armas, y con firmas que comercien armamento u otros materiales ilícitos.

Analistas dijeron que la aplicación de resoluciones de la ONU depende del país vecino China, el mayor benefactor de Pyongyang y lo más parecido que tiene a un aliado.

Pero Pekín, que pidió a Norcorea y a Washington que dialoguen, se ha resistido a aceptar cualquier castigo que pudiera desestabilizar al liderazgo norcoreano o provocar malestar en su frontera.

Si bien Pyongyang podría decidir regresar a las conversaciones para complacer a China, el anfitrión de las negociaciones, pocos analistas esperan que ceda en sus ambiciones nucleares.