Por Lizbeth Díaz
TIJUANA, México (Reuters/EP) - Estados Unidos cerró el martes temporalmente su frontera con México entre Tijuana y San Diego, el cruce limítrofe más transitado del mundo, después de que presuntos traficantes mexicanos de personas abrieran fuego contra agentes, dijeron funcionarios estadounidenses.
Tres camionetas que llevaban alrededor de 70 inmigrantes ilegales trataron de ingresar por el concurrido cruce de San Ysidro disparando contra agentes que intentaban detener los vehículos.
Los traficantes dispararon en medio de largas filas de vehículos contra dos agentes, que respondieron al ataque en un fuego cruzado en el que resultaron heridas tres personas a bordo de las camionetas y un automovilista, dijo Lauren Mack, portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Mack dijo que el cruce fronterizo fue reabierto parcialmente en la noche del martes. Siete de las múltiples filas en la garita están ahora abiertas.
Las violentas bandas de narcotraficantes mexicanos están incursionando cada vez más en el tráfico de humanos, mientras la seguridad fronteriza de Estados Unidos los está forzando a tomar mayores riesgos para llevar drogas e indocumentados dentro de Estados Unidos.
El descarado intento del martes no tiene precedente en el fuertemente custodiado cruce, donde helicópteros sobrevuelan en círculos y agentes armados que llevan perros participan en puntos de revisión.
Todos los inmigrantes fueron arrestados y llevados en custodia. El cruce es uno de los puntos de mayor tráfico de drogas y de inmigrantes sobre la frontera.
"El puerto de entrada está cerrado y seguirá cerrado por varias horas", dijo la portavoz del Servicio de Aduanas norteamericano, Angelica Decima.
Unos 90 millones de personas al año utilizan los cruces terrestres fronterizos entre México y California. Casi la mitad del tráfico pasa por San Ysidro.
Enfurecidos conductores comenzaron a sonar las bocinas de sus autos en el lado mexicano del cruce, mientras agentes estadounidenses les pedían regresar.
"Jamás he oído que cierren la garita en su totalidad. No les creímos cuando los agentes nos dijeron que regresáramos", dijo un estudiante mexicano quien dijo llamarse Juan Carlos y que cruza la frontera casi a diario.