Actualizado 27/05/2014 20:16

EEUU desplaza a proveedores tradicionales de gas licuado de petróleo en América Latina

Por Marianna Párraga

HOUSTON, 27 mayo, 27 May. (Reuters/EP) -

- Las ventas de gas licuado de petróleo (GLP) estadounidense a Latinoamérica se han quintuplicado desde el 2007, haciendo uso de sus ventajas competitivas respecto a otros proveedores más costosos de países como Arabia Saudita y Argelia, según datos oficiales y operadores.

En momentos en que los volúmenes importados aumentan rápidamente y no se espera el arranque de proyectos locales de producción del gas que es principalmente utilizado para cocinar, se espera que crezca el gasto de Latinoamérica en GLP, cuyos precios finales de venta están enormemente subsidiados por los gobiernos de la región.

La falta de capacidad industrial y un estancamiento de la producción de gas natural en Latinoamérica ha impedido satisfacer una voraz demanda, mientras que el auge del gas de esquisto en Estados Unidos genera un creciente excedente.

"América Latina tiene ahora a Estados Unidos como oferente natural de GLP. Venezuela solía ser el proveedor de muchos países de Centroamérica y el Caribe, pero eso ya no está ocurriendo", dijo un consultor de la industria que no quiso ser identificado porque asesora a importadores de GLP.

Además de su proximidad a Latinoamérica, los productores estadounidenses ofrecen precios más bajos que otros exportadores importantes. Eso ha llevado a Brasil y Chile, dos grandes compradores, a firmar contratos de suministro con proveedores estadounidenses, dijeron operadores y fuentes de la industria.

El cambio está beneficiando a los principales actores del sector de GLP en Estados Unidos, Targa Resources Partners y Enterprise Products Partners, que planean sumar 400.000 barriles por día (bpd) a la capacidad de exportación para el 2018.

El GLP procede principalmente de los líquidos de gas natural que son procesados en plantas de fraccionamiento para separar el metano de otros gases más valorados, como el butano y el propano.

El año pasado, América Latina importó unos 206.000 bpd de GLP de Estados Unidos, por encima de los 38.000 bpd en el 2007, según la Administración de Información de Energía (EIA). Eso reafirmo a la región como el principal destino del GLP estadounidense, principalmente propano, butano e isobutano.

Las ventas de GLP y las crecientes exportaciones de productos refinados son una señal de que Estados Unidos está recuperando su presencia económica en Latinoamérica.

Más oportunidades podrían abrirse si quienes diseñan las políticas levantan una prohibición a las exportaciones de petróleo en Estados Unidos, ya que la mayoría de los países latinoamericanos necesitan crudos livianos para mezclarlos con los pesados que tienen.

El total de las exportaciones estadounidenses de GLP aumentó un 482 por ciento desde el 2007, a 332.000 bpd, el año pasado. Analistas proyectan exportaciones de 450.000 bpd para este año y de 800.000 bpd para el 2018.

(Traducido por Damián Pérez. Editado por Mónica Vargas)