Por John Crawley
WASHINGTON (Reuters/EP) - Las reestructuraciones de General Motors Corp y Chrysler LLC han mejorado el acceso al crédito de los proveedores de partes de automóviles, pero el sector no está saludable por lo que se debe vigilar de cerca, dijo el martes un funcionario del Gobierno estadounidense.
Ron Bloom, líder del equipo especial de trabajo para el sector automotor del Gobierno, agregó en una audiencia ante la Cámara de Representantes que este grupo terminó con el programa de garantías al consumidor respaldado por el Estado para GM
y Chrysler y que devolvió 641 millones de dólares de la iniciativa al Tesoro.
"Con el exitoso surgimiento de las nuevas compañías, los consumidores ahora pueden sentirse seguros de que las empresas tienen los medios financieros para cumplir con sus compromisos de garantías sobre una base continua", comentó Bloom a la subcomisión judicial.
Los legisladores están preocupados principalmente por los cierres de concesionarios y las medidas de GM y Chrysler en quiebra para despojarse de los gigantescos reclamos de indemnizaciones de víctimas de accidentes.
La normativa que se tramita en el Congreso requeriría que GM y Chrysler se hagan cargo de los reclamos de los concesionarios cuyos derechos de franquicia fueron violados en los tribunales.
Bloom dijo que el grupo de trabajo no estaba envuelto en las decisiones de GM y Chrysler sobre concesionarios individuales, pero el Gobierno se opuso tenazmente a cualquier intento de restablecer los acuerdos de franquicia.
El funcionario añadió que "sentaría un peligroso precedente" y significarían nuevas cargas financieras para las empresas.
"Una intervención política de esta naturaleza podría también poner en peligro los retornos a los contribuyentes al hacer aún más difícil que las compañías puedan acceder a los mercados privados de capitales", añadió.
GM y Chrysler han recibido más de 60.000 millones de dólares en fondos fiscales desde enero. Sus compañías financieras afiliadas también han recibido millonarios fondos en ayuda para reactivar los préstamos de consumo.
Los fabricantes de autopartes recibieron 5.000 millones de dólares del Estado, pero el Gobierno ha dicho que no hay planes de extender su ayuda en el corto plazo.
Al menos 15 proveedores de partes han presentado la quiebra o tienen sus activos embargados por sus acreedores durante el 2009, según la Asociación de Manufactureras de Equipamiento Automotor, que representa a la industria.