Por Robert Birsel
BANGKOK, 27 mayo, 27 May. (Reuters/EP) -
- Los gobernantes militares de Tailandia se reunirán el martes para trabajar en su cuartel general en Bangkok, luego de consolidar su control del poder al recibir el respaldo real, pero enfrentan pequeñas protestas que hasta el momento han sido controladas por las fuerzas de seguridad.
El líder del golpe de Estado en Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha, dijo el lunes que había sido respaldado formalmente por el rey Bhumibol Adulyadej como jefe del Consejo Militar a cargo del país. El advirtió que usaría la fuerza si se desatan protestas.
Prayuth tomó el poder la semana pasada, diciendo que el Ejército debía restaurar el orden, casi siete meses después del comienzo de las protestas que en algunas ocasiones dejaron personas muertas.
El Ejército ha detenido a decenas de políticos y activistas y cualquiera que la orden podría ser encarcelado por hasta dos años. Ha censurado los medios e impuesto toques de queda nocturnos.
"Nosotros invitaremos a todos los representantes de todos los ministerios, oficinas y departamentos como la policía nacional, para reunirse y discutir el trabajo", dijo el viceportavoz del Ejército Srichan Ngathong a periodistas, delineando los planes después de la orden real.
La atención del Ejército está en mantener el orden y fomentar la golpeada economía del país. La incertidumbre ha dañado la confianza de las empresas, detenido gran parte del gasto del Gobierno y ahuyentado a los turistas. La economía se contrajo un 2,1 por ciento en el primer trimestre y se prevé una posible recesión.
Al final, el Ejército derrocó al gobierno electo de Yingluck Shinawatra. El hermano de Yingluck es Thaksin Shinawatra, un magnate de las telecomunicaciones que convirtió en primer ministro en el 2001 y remeció a la política con medidas favorables a los más pobres.
Acusado de corrupción y nepotismo, Thaksin fue derrocado en un golpe de Estado del 2006.
El ha vivido en un exilio autoimpuesto desde el 2008, para evitar ser encarcelado por una condena de corrupción que él sostiene tiene motivaciones políticas, pero es el político más influyente de Tailandia y es tremendamente popular entre los pobres.
El o su partido ha ganado cada elección desde el 2001 y probablemente lo haría nuevamente. Los realistas, manifestantes que salieron a las calles en algunas zonas de Bangkok en noviembre pasado, quieren cambios al sistema electoral y boicotearon una votación de febrero que posteriormente fue anulada.
Prayuth no entregó un plazo para realizar una nueva elección en un comunicado transmitido a todo el país el lunes. Thaksin no ha realizado comentarios a los medios desde el golpe de Estado, pero dijo en Twitter que estaba triste.