Publicado 05/11/2019 20:15

Estados Unidos.- Los reguladores de EEUU autorizan formalmente la fusión de Sprint y T-Mobile

NUEVA YORK, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) ha autorizado formalmente la fusión entre las compañías de telecomunicaciones Sprint y T-Mobile, según ha anunciado este martes en un comunicado.

Los comisarios ya habían votado a mediados de octubre por esta operación, con un resultado de tres votos a favor y dos en contra. Sin embargo, el organismo todavía no había autorizado formalmente a las compañías a proceder con la fusión.

"La transacción ayudará a cerrar la brecha digital y a impulsar el liderazgo de Estados Unidos en el 5G, la nueva generación de conectividad inalámbrica", ha subrayado la FCC.

La unión de ambas compañías les permitirá acercarse a competir de forma más directa con AT&T y Verizon, los dos principales operadores de telecomunicaciones del país norteamericano. Sprint y T-Moible cuentan con cerca de 130 millones de usuarios de forma conjunta, mientras que AT&T y Verizon superan cada una los 150 millones.

Sprint y T-Mobile se han comprometido a que la empresa resultante de la fusión desplegará una red 5G que cubrirá al 97% de la población de Estados Unidos en un plazo de tres años tras la formalización de la transacción. En seis años, la red tendrá que cubrir al 99%.

Además, han prometido que la red cubrirá al 85% de las áreas rurales en tres años y hasta el 90% en seis años. En este sentido, la velocidad de las conexiones será de 100 megas para el 90% de los estadounidenses y de, al menos, 50 megas para el 99% de la población.

Las telecos han asegurado que no subirán los precios en los primeros tres años, así como que Sprint venderá su operadora móvil virtual (OMV) Boost Mobile para solventar los problemas de competencia en el segmento de las líneas de telefonía de prepago.

Para monitorizar el cumplimiento de estas concesiones, un tercer actor independiente y sujeto a vigilancia por la FCC se asegurará que los estadounidenses "reciben lo que las partes han prometido". Si no cumplen lo acordado, las telecos tendrán que pagar multas que podrían alcanzar los 2.000 millones de dólares (1.807 milones de euros).