Actualizado 06/07/2015 20:27

Estallan combates en capital libia mientras enviado de la ONU prepara visita


TRÍPOLI, 16 ago, 16 Ago. (Reuters/EP) -

- Intensos combates estallaron el sábado entre milicias rivales en la capital de Libia, horas después de que un nuevo enviado especial de la ONU dijese que planea visitar Trípoli tan pronto como la próxima semana para intentar negociar un alto el fuego.

Los disparos y los bombardeos con misiles Grad y artillería se podían oír desde primera hora de la mañana cerca del aeropuerto y en algunos barrios residenciales de Trípoli.

El diplomático español Bernardino León, que comenzará oficialmente su trabajo el 1 de septiembre, busca que termine la lucha entre brigadas de Misrata y los combatientes aliados en la ciudad oriental de Zintan, cuya rivalidad comenzó hace un mes en los peores enfrentamientos desde el levantamiento en el 2011 que culminó con el derrocamiento de Muammar Gaddafi.

Los combates, que involucraron a brigadas de los antiguos rebeldes que una vez combatieron juntos contra Gaddafi, han forzado a las Naciones Unidas y a los Gobiernos occidentales a evacuar a diplomáticos, aumentando los temores de una guerra civil en el país.

La lucha ha causado estragos en el aeropuerto internacional de Trípoli, que los combatientes de Zintan controlan desde que entraron en la capital durante la guerra del 2011.

El frágil gobierno libio todavía no tiene ejército y a menudo contrata a rebeldes a sueldo como una especie de fuerzas de seguridad semioficiales.

Pero las brigadas rivales, aliadas con facciones políticas, son a menudo más leales a su región, ciudad o comandantes locales que al Gobierno central.

La lucha en la ciudad de Bengasi ha complicado la seguridad en Libia, con una alianza de milicianos islamistas y ex rebeldes forzando al ejército a salir de la ciudad.

Tres años después de que el gobierno presidencialista de Gaddafi terminara, los frágiles esfuerzos de Libia hacia la democracia están cerca de acabar en un auténtico caos. El mes de luchas en Trípoli y Bengasi ha dividido todavía más las facciones políticas y sus aliados de la milicia.