Actualizado 02/07/2015 19:44

Estreno de Fiat Chrysler en Wall Street tuvo una respuesta moderada

Por Agnieszka Flak y Jeffrey Dastin

MILAN/NUEVA YORK, 13 oct, 14 Oct. (Reuters/EP) -

- Los inversores recibieron el lunes con cautela el debut de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), una medida que aleja a la automotriz de Italia y culmina una década de astutas negociaciones y duras reestructuraciones por parte del presidente ejecutivo, Sergio Marchionne.

"Finalmente estamos regresando a Chrysler" al mercado bursátil de Estados Unidos, dijo el lunes Marchionne en la Bolsa de Nueva York. "Uno de los tres de Detroit está regresando a casa", agregó.

Los inversores en Estados Unidos y Europa se acercaron a las acciones con cautela, mientras que analistas expresaron sus reservas sobre el panorama para la compañía.

Las acciones de FCA abrieron en 9,00 dólares en Nueva York y subieron hasta 9,55 dólares antes de cerrar en 8,92 dólares, un avance de un 2,5 por ciento respecto del cierre del viernes de 8,70 dólares de su predecesora Fiat SpA.

En Milán, donde FCA mantendrá una cotización secundaria, los títulos subieron más de un 4 por ciento durante la sesión y cerraron con un avance de un 1,2 por ciento.

Las operaciones fueron bajas, con unos 5,8 millones de acciones vendidas en la Bolsa de Nueva York.

Marchionne hizo sonar la campana de cierre en Nueva York el lunes para marcar un hito para el presidente ejecutivo de 62 años que revivió a una de las mayores compañías de Italia y ayudó a rescatar a Chrysler.

El séptimo grupo automotor del mundo buscó cotizar en Estados Unidos para consolidarse como un importante actor global a través del acceso al mayor mercado de valores global y a las fuentes de financiamiento más económicas y confiables que ofrece.

Marchionne dijo el lunes que FCA podría emitir deuda para financiar su plan de inversión de cinco años.

Fiat asumió la administración de la quebrada Chrysler en el 2009 y completó su adquisición este año. Ahora está combinando todos sus negocios bajo el nombre FCA, registrado en Holanda, que tendrá su domicilio financiero en Reino Unido y una pequeña oficina central en Londres, con centros de operación en Turín y Detroit.

Pero Marchionne escogió un momento difícil para atraer a los inversores estadounidenses. Analistas creen que las ventas de automóviles en el país se están acercando a su máximo, mientras que Europa lucha por recuperarse de años de declive y el crecimiento en China y América Latina se ha desacelerado.

"Sólo aquellos dispuestos a aceptar los riesgos de una situación de cambio altamente apalancada en una industria competitiva, altamente cíclica y de intenso uso de capitales deberían considerar invertir", dijo Richard Hilgert, analista de Morningstar, en una nota.