Publicado 19/03/2014 16:52

Europa busca formas de recortar su dependencia del gas ruso

* La UE dirá a Kiev que puede suministrar gas a Ucrania

* No se prevé un acuerdo sobre clima y política energética

Por Barbara Lewis

BRUSELAS, 19 mar, 19 Mar. (Reuters/EP) -

- Los líderes europeos buscarán formas de reducir su dependencia del gas ruso en las conversaciones que se llevarán a cabo entre jueves y viernes en Bruselas, pero no llegarán a cortar los lazos energéticos con Moscú por ahora.

La toma rusa de la región ucraniana de Crimea ha reavivado las dudas sobre si la Unión Europea debería seguir dependiendo de Moscú en casi un tercio de su gas, dando a Gazprom una media de 5.000 millones de dólares al mes en ingresos. Cerca del 40 por ciento de ese gas se envía a través de Ucrania.

Alemania está entre quienes tienen vínculos particularmente estrechos con Moscú y se ha hecho eco de los comentarios de Gazprom, el mayor productor ruso de gas natural, de que Rusia ha sido un proveedor fiable durante décadas.

Los suministros rusos de gas a la UE se vieron interrumpidos en 2006 y 2009, pero por los efectos colaterales de la ruptura de Moscú con Ucrania por no pagar sus facturas. Aunque estos incidentes resultaron en intentos del bloque de diversificar sus fuentes de energía, sus contratos siempre se han respetado.

Responsables de la UE dijeron que la actual crisis en Ucrania había convencido a muchos de que Rusia ya no era fiable y la voluntad política para terminar con su dominio del suministro nunca ha sido mayor.

"Todo el mundo reconoce que es necesario un importante cambio de rumbo por parte de la Unión Europea", dijo un funcionario del bloque bajo condición de anonimato.

"En el fondo, habrá siempre la duda de que, si la relación se agria, Rusia tiene el arma y no debería ser así", sostuvo otra fuente, en referencia a la opción de Rusia de recortar el suministro.

Como alternativas al gas importado, las conversaciones de Bruselas debatirán los "suministros naturales", que incluyen la energía renovable y el gas de esquisto.

También subrayarán la necesidad de eficiencia energética y de construir mejores vínculos transfronterizos para compartir recursos, controlar costos y desarrollar la capacidad de la UE para bombear gas a Ucrania.

EEUU, QATAR SON ALTERNATIVAS

El debate también se centrará en cuánto gas estadounidense puede enviarse a Europa, poco antes de la visita del presidente Barack Obama a Bruselas la semana próxima. A corto plazo, Qatar podría incrementar sus suministros, dijeron funcionarios.

También se espera que los miembros de la UE prometan dar gas a Ucrania si es necesario, pero probablemente no den detalles sobre cuánto podría ser, según diplomáticos del bloque.

Deseoso de subrayar su relevancia, Gazprom emitió la semana pasada un comunicado para celebrar el 40 aniversario del suministro de gas ruso a Alemania en virtud de contratos de largo plazo con E.ON. El gas ruso se envía directamente a Alemania a través del gasoducto Caudal del Norte, específicamente construido para evitar Ucrania.

E.ON es una de las empresas cuyo modelo de negocio se ha visto afectado por un cambio de la UE hacia la energía verde. La compañía dice que la red necesita la generación gasística para equilibrar la energía intermitente del sol y el viento.

Una de las muchas cuestiones es la extensión a la que el gas de esquisto puede sustituir las importaciones.

Hasta ahora, la oposición de la opinión pública y la diferente geología de Europa supone que no puede alcanzar la revolución del "fracking" de Estados Unidos, que ha reducido los costos energéticos en ese país. Incluso en la industria del petróleo y el gas, muchos son cautos sobre las perspectivas para el gas de esquisto de la UE.

Eso deja a la industria de la UE irritada por lo que ve como una desventaja competitiva, cuando la crisis de Ucrania probablemente ayude a inflar aún más los precios de la energía.

"La UE está criticando la invasión rusa de Crimea al tiempo que echa dinero a las arcas rusas por las importaciones de gas", dijo Thomas Becker, consejero delegado de la Asociación Europea de Energía Eólica, que está pidiendo un objetivo más estricto sobre el uso de energías renovables.