Por Stanley White
TOKIO, 22 oct, 22 Oct. (Reuters/EP) -
- Las exportaciones de Japón se expandieron en septiembre a su ritmo más acelerado en siete meses gracias a un repunte de las ventas a Asia, pero unas señales de ralentización del crecimiento mundial mantienen la presión para que el Gobierno nipón ofrezca un nuevo estímulo.
En especial, el enfriamiento de la expansión en China y un debilitamiento en Europa -dos mercados clave para los exportadores japoneses- han sumando presión sobre el Banco de Japón y el Gobierno para que incrementen las medidas de apoyo en momentos en que la economía lucha por recuperarse tras un alza del impuesto sobre las ventas en abril.
Una serie reciente de datos débiles, incluyendo una caída de la producción fabril, llevó al Gobierno a recortar el martes sus perspectivas económicas, elevando la especulación de que podría anunciar nuevas medidas de estímulo.
En ese contexto, las cifras comerciales del miércoles deberían ser una buena noticia para Tokio.
El incremento anual de un 6,9 por ciento de las exportaciones en septiembre estuvo más o menos en línea con una ganancia del 6,8 por ciento prevista por los economistas, y fue la mayor subida desde febrero.
Esto viene tras un declive interanual de un 1,3 por ciento en agosto.
Las exportaciones a Asia, que recibe más de la mitad de los envíos japoneses, subieron un 8,1 por ciento en septiembre respecto al mismo mes del año anterior debido a la creciente demanda de componentes electrónicos y metales desde China y Vietnam, según los datos.
Las ventas a China también aumentaron un 8,8 por ciento anual, pero hay inquietud luego de que el crecimiento en la mayor potencia económica de Asia se desaceleró en el tercer trimestre a su menor nivel desde la crisis financiera mundial.
Las exportaciones han decepcionado durante gran parte de este año debido a que muchas empresas japonesas han trasladado la producción al extranjero.
Ahora, la renovada turbulencia en los mercados globales por las señales de una economía mundial ralentizada podrían apagar las ganancias de las exportaciones, lastimando a la economía de Japón y complicando la próxima subida del impuesto sobre las ventas, prevista para el próximo año.
"Las exportaciones protagonizaron un rebote pero aún carecen de impulso como una tendencia, en momentos en que las automotrices japoneses y otras empresas están trasladando la producción al extranjero y el crecimiento mundial sigue siendo moderado", dijo Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.