Actualizado 04/12/2014 04:53

Festival musical de Caracas desata las críticas en medio del recorte del gasto público

CARACAS, 29 Nov. (Reuters/Notimérica) -

Un festival de música organizado por el Gobierno venezolano encendió las críticas debido a los millonarios pagos para los artistas, justo cuando el presidente ordenó recortar el gasto gubernamental ante la caída de los ingresos petroleros del país.

Desde el viernes y por una semana, 137 bandas y solistas de rock, merengue, salsa y reggae -37 de ellos extranjeros- se presentarán en el festival 'Suena Caracas', que le costó al Gobierno 168 millones de bolívares (26,6 millones de dólares).

La economía venezolana está siendo muy golpeada por la caída sostenida de los precios internacionales del crudo -su principal producto de exportación y fuente de divisas- que ha acentuado una escasez de dólares para importar bienes básicos.

Los menores ingresos obligaron al presidente Nicolás Maduro a anunciar un recorte del gasto público. "Si hubiera que recortar algo del presupuesto, recortaríamos los gastos suntuarios", dijo el viernes.

Sin embargo, días atrás, la Asamblea Nacional -de mayoría oficialista- aprobó el millonario presupuesto para el festival organizado por la alcaldía del municipio Libertador.

"No se consiguen muchas medicinas, son importadas, pero sí hay dólares para conciertos. Claritas las prioridades", escribió el sábado el líder de la oposición Henrique Capriles en su cuenta de Twitter @hcapriles.

A pesar de las críticas, miles de venezolanos abarrotaron una plaza donde el viernes y el sábado hacían largas colas para ver a los mexicanos de Café Tacuba y los puertorriqueños de Cultura Profética, entre otros artistas.

"Tú, ¿cuánto pagaste? Por allá ¿cuánto pagaste? Por allá atrás, ¿cuánto pagaron?", preguntó retóricamente antes del concierto el jefe de Gobierno del Distrito Capital, Ernesto Villegas, restando importancia a las críticas.

Los conciertos en las plazas públicas de la capital serán gratuitos y las entradas de los que se llevarán a cabo en los teatros remozados por el gobierno tendrán un precio simbólico.