SAO PAULO, 15 Oct. (Reuters/Notimérica) -
La agencia Fitch Ratings ha recortado este jueves la calificación de deuda de Brasil de "BBB" a "BBB-", lo que le deja al borde del nivel especulativo, y advirtió que el país podría perder pronto su nota de grado de inversión por el deterioro de las finanzas del Gobierno, en medio de una recesión prolongada y de la persistente incertidumbre política.
Este recorte supone un duro golpe a la economía brasileña ya que hace apenas un mes, Standard & Poor's, decidió colocar a Brasil en el nivel especulativo; y el 11 de agosto, Moody's Investors Service degradó su nota al menor nivel dentro del grado de inversión con un panorama estable.
S&P dijo que los crecientes problemas políticos habían complicado la política económica del país. De este modo, si otra agencia opta por adoptar la misma postura que Standard & Poor's y degrada al país al nivel especulativo, los inversores podrían verse obligados a vender parte de sus activos en el país sudamericano.
Además, las previsiones no son muy optimistas, pues la propia Fitch decidió mantener el panorama negativo para la siguiente calificación y Brasil podría sufrir una nueva rebaja.
"El panorama negativo refleja la postura de Fitch de que el bajo desempeño económico y fiscal probablemente persistirá, y que la incertidumbre política podría seguir afectando la confianza general", dijo Fitch, y agregó que ese factor "retrasaría un cambio en la inversión y el crecimiento".
"Fitch nos está dando cierto tiempo para avanzar en la dirección de los ajustes fiscales necesarios", dijo Carlos Kawall, economista jefe del banco J.Safra en Sao Paulo. "Pero ellos no van a esperar todo el año, está muy claro que su paciencia es más corta", sostuvo.
Un funcionario del Ministerio de Hacienda dijo que era "terrible" que Fitch mantuviera un panorama negativo en la calificación de Brasil, mientras que un asesor de Rousseff indicó que la nueva evaluación de la agencia era un "asunto de preocupación".
REPERCUSIONES
La decisióm tomada por Fitch aumenta la presión sobre la presidenta, Dilma Rousseff, ya que puede suponer un aumento de los costes de endeudamiento del Gobierno y de las compañías brasileñas.
Sin embargo, la austeridad podría hundir más en la recesión a la mayor economía de Latinoamérica, debilitando a un Gobierno ya afectado por los desencuentros políticos y la creciente oposición de los legisladores.
Además, el real (moneda brasileña) sufrió un retroceso de más de un 1% frente al dólar tras el anuncio. Aunque posteriormente se recuperó y se mantuvo estable, las acciones en la bolsa de Sao Paulo descendían.