Publicado 26/01/2015 15:20

FMI se prepara para animado debate este año sobre inclusión yuan a canasta interna de monedas

Por Patrick Graham y Anna Yukhananov

LONDON/WASHINGTON, 26 ene, 26 Ene. (Reuters/EP) -

- Se espera que China haga otro esfuerzo por incluir al yuan a la cesta interna de monedas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en una revisión más adelante este año - y esta vez sus socios del G20 podrían estar dispuestos a escuchar.

Funcionarios estadounidenses sostienen que esperarán un documento del FMI sobre el asunto más adelante este año antes de pronunciarse, aunque funcionarios en capitales de Asia y de otros países del Grupo de los 20 (G20) sostienen que, a diferencia de una revisión hace cinco años, el asunto al menos será un debate en directo.

El yuan, o renminbi, ha logrado grandes avances desde el último esfuerzo de Pekín para que la moneda fuera reconocida más formalmente a nivel internacional, en momentos en que líderes financieros globales enfrentaban obstáculos para lidiar con los efectos colaterales de la crisis bancaria y subprime.

El principal argumento en contra de su inclusión en ese momento en los Derechos Especiales de Giro (DEG), una cesta de yenes, dólares, libras esterlinas y euros que se usa como unidad de cuenta interna del FMI, era que el renminbi estaba lejos de ser una moneda convertible o de libre uso.

Ese argumento se está debilitando gradualmente a medida que aumenta el comercio en yuanes en el extranjero. Este mes, la plataforma líder de divisas EBS la ubicó entre sus cinco monedas más negociadas.

Una fuente asiática del G20 dijo que la medida sería bien recibida por países como Corea del Sur como un estímulo para mayores inversiones generalmente en China. Aunque la fuente dijo que cualquier decisión seguramente será una hoja de ruta más que una adopción concreta del yuan.

"Creo que este bien podría ser el año en que se incluya al yuan", dijo un alto funcionario en un banco central asiático.

El primer paso en la revisión de la canasta de monedas es una reunión informal de directorio en mayo, seguida de una revisión formal en el otoño boreal. Cualquier cambio entraría en rigor en enero del 2016 pero requeriría de la aprobación de una mayoría en el consejo del FMI.