Actualizado 27/05/2011 17:03

Airbus dice que la información de la BEA sobre las cajas negras "es consistente" con la investigación

Airbus
AIRBUS


MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -

El constructor aeronáutico europeo Airbus aseguró este viernes que la información relativa al accidente del avión de Air France que se estrelló en 2009 en el Atlántico causando 228 muertos, que ha sido desvelada por parte de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa, una vez analizado el contenido de las cajas negras, es "consistente" con los informes preliminares publicados por el mismo organismo.

"El trabajo de la BEA constituye un significativo paso hacia la identificación de la cadena de eventos completa que llevó al trágico accidente del vuelo 477 de Air France en junio de 2009", señaló el fabricante de aviones en un comunicado.

Según dicha información, los pilotos del Air France que cayó al Atlántico en junio de 2009 intentaron durante cuatro minutos que el aparato no se estrellara contra el mar, suceso que finalmente ocurrió provocando el choque del aparato con el morro levantado, según la nota emitida BEA tras el primer análisis de las cajas negras del aparato accidentado, que fueron recuperadas recientemente junto con parte del fuselaje y algunos restos de los fallecidos.

Airbus se compromete a seguir dando soporte a la investigación de la BEA con el objetivo de identificar "todas las lecciones que deber ser aprendidas", al respecto.

Además, el constructor confía en que la exitosa recuperación contenida en las cajas negras y las grabaciones de las voces de los pilotos contribuyan a hacer el transporte aéreo "aún más seguro".

Por último, la compañía reiteró sus condolencias para todos aquellos que perdieron familiares, amigos y seres queridos en el trágico accidente, del que se cumplen ya tres años el mes que viene.

La oficina ha asegurado que los investigadores tendrán que analizar y validar todos los datos extraídos, un proceso "largo y laborioso", por lo que, tal y como anunció, no emitirá un nuevo informe provisional antes del verano.

Este será el tercer informe de la BEA, tras más de dos años de búsqueda de restos del aparato en un área de 10.000 kilómetros a casi 4.000 metros de profundidad bajo el mar, y el análisis de más de 1.000 fragmentos del avión.

Los anteriores informes provisionales de la BEA apuntaban a que la aeronave atravesaba un frente de tormenta minutos antes del accidente y la lectura de los indicadores de velocidad no era la adecuada, por lo que recomendó la sustitución de las sondas de velocidad, conocidas como 'pitot' de la marca Thales, ante las dudas de su fiabilidad a gran altura. Además, el sistema de alerta no funcionó.