MÉXICO DF, 22 Abr. (Notimérica) -
El estancamiento de la economía de Brasil favorecerá a México en el mediano y largo plazo, a través de la inversión directa y de cartera en sectores como el automotriz y el aeroespacial.
Las expectativas de crecimiento para la economía mexicana se han visto deterioradas por los dos recortes al gasto público recientemente anunciados para 2015 y 2016, que suman casi 260.000 millones de pesos (unos 16.000 millones de dólares). Sin embargo, el frenazo de Brasil podría mejorar este panorama.
El Gobierno de Dilma Rousseff congelaría este año 80.000 millones de reales (unos 26.000 millones de dólares) en presupuesto para lograr su meta de ahorro fiscal.
La economía brasileña creció apenas un 0,1 por ciento en 2014, mientras que para 2015, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anticipado una contracción del 1 por ciento, que sería la mayor en 25 años.
Si bien México creció por debajo de su potencial en los últimos años, el FMI estimó un crecimiento del 3 por ciento para 2015, según ha publicado el diario mexicano 'El Universal'.
El sondeo semanal que realizar el Banco Central de Brasil a analistas privados ha revelado que la inflación brasileña se situaría en 8,23 por ciento al cierre de 2015, lo que implicaría su nivel más elevado desde 2003.
LA INFLUENCIA DEL EXTERIOR.
El analista del grupo financiero Multiva, Cesar Elías, ha considerado que la debilidad económica, no sólo de Brasil, sino también de China, puede derivar en una mayor inversión extranjera directa en México.
Además, ha considerado que "hay buenas expectativas de que en el futuro los flujos resultantes de los estímulos monetarios europeos se trasladen hacia México". Una vez que se materialice el alza de tasas en la Unión Europea, se aminorará la volatilidad financiera global.