LA PAZ (Reuters/EP) - El director técnico de la selección boliviana de fútbol, Erwin Sánchez, dijo el miércoles que no renunciará pese a un coro de duras críticas a su trabajo al frente del equipo, que ya perdió toda posibilidad de clasificación a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.
Minutos después de soportar una derrota como local 3-1 frente a Ecuador por la jornada 16 de la eliminatoria sudamericana, Sánchez asumió la responsabilidad, aunque advirtió que la caída era producto no sólo de cuestiones tácticas inmediatas sino de problemas estructurales que afectan al fútbol boliviano.
"Tengo orgullo en lo que hago, intento representar al país de la mejor manera como siempre, y no voy a tirar la toalla nunca, voy siempre hasta el final", dijo Sánchez al negarse a opinar sobre el trabajo de los dirigentes del fútbol boliviano, cuyas cabezas pedían a coro los comentaristas deportivos locales.
Ante consultas periodísticas sobre los casi unánimes pedidos de renuncia que le hacían comentaristas deportivos locales, el entrenador optó por no responder directamente, arguyendo que "lamentablemente en Bolivia cuando ganamos, ganamos todos, pero cuando perdemos el único responsable es el técnico".
Sin entrar en detalles, Sánchez planteó la necesidad de "cambios culturales y estructurales" en el fútbol boliviano, hundido entre los peores de Sudamérica después de su participación en la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.
"Seguimos tropezando con los mismos problemas de tres o cuatro eliminatorias atrás. Quisimos y tenemos la buena intención de cambiar cosas, son cambios profundos que se tienen que hacer, pero todos los involucrados en el fútbol boliviano deberíamos tirar la carroza para el mismo lado", agregó.
En las dos jornadas de cierre de la eliminatoria, Bolivia recibirá al ya clasificado Brasil y luego visitará a Perú, el colista del torneo.
Bolivia está noveno en la clasificación con 12 puntos en 16 partidos, tras tres victorias, tres empates y 10 derrotas.
Los cuatro primeros de la clasificatoria sudamericana llegan a Sudáfrica, mientras que el quinto jugará un repechaje ante un representante de la Concacaf.