BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Hinchas acampaban desde el domingo en la puerta del estadio de Rosario Central, donde el miércoles comenzará la venta de boletos para el clásico sudamericano entre Argentina y Brasil por la eliminatoria del Mundial de fútbol 2010 en Sudáfrica.
Refugiados en pequeñas carpas y con mucho abrigo, los simpatizantes soportaron el frío y la lluvia que cayó durante la madrugada del lunes.
El miércoles se pondrán a la venta 12.000 boletos de los más caros y con mejor ubicación.
El viernes se venderán 15.000 populares en los estadios de Rosario Central y el de su clásico rival Newell's Old Boys, pero la decisión provocó la crítica a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) del presidente de Central, Horacio Usandizaga.
"Es un error de AFA porque deberían venderse todas en un mismo lugar porque habrá una tribuna popular con gente de Central y otra con gente de Newell's", dijo Usandizaga a periodistas advirtiendo sobre la rivalidad de las parcialidades.
"A veces la gente de fútbol se olvida de Argentina y para mi es una preocupación. Yo quería que fuera todo celeste y blanco", destacó.
Los boletos también se ofrecieron en distintas páginas online a pesar de que la AFA advirtió que "las entradas que se venden por internet son falsas".
"Esperamos lo que sea para ver a (Lionel) Messi", dijo a periodistas Natalia Deheza, una de las simpatizantes que esperaba para comprar su entrada, mientras sujetaba una foto del delantero del Barcelona de España apretada contra su pecho.
Messi, quien se encuentra en su país desde el sábado, jugará por primera vez en forma oficial en Rosario, su ciudad natal.