BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Las ganancias de los bancos argentinos crecieron un 31,6 por ciento interanual en los primeros cuatro meses del 2009, en momentos en que la economía se desacelera por la crisis global.
Los beneficios de la banca local se producen también en momentos en que cruje el sistema financiero internacional, que debió recibir el auxilio de los bancos centrales para evitar el quiebre del sistema y sus consecuencias en la economía real.
Las entidades del sistema financiero domésticos registraron beneficios por 2.157 millones de pesos (561 millones de dólares), al tiempo que en abril las ganancias alcanzaron los 452 millones de pesos, dijo el martes el Banco Central.
La banca privada se llevó el 75,4 por ciento de los beneficios del cuatrimestre, con 1.627 millones de pesos, al tiempo que aglutinó el 84,1 por ciento del resultado de abril, agregó el Banco Central en su "informe sobre bancos".
El Banco Central dijo que si se aíslan los efectos contables vinculados a la depreciación del peso, los resultados bancarios de los primeros cuatro meses fueron inferiores a los de igual período del 2008.
"En el cuatrimestre se devengaron mayores egresos en conceptos de gastos administrativos y cargos por incobrabilidad respecto de igual período del año anterior", dijo el Banco Central, que espera que los bancos continúen mostrando ganancias en mayo.
El Banco Central dijo que la actividad muestra "un patrón de desaceleración en la expansión de la intermediación financiera tradicional, así como un menor volumen de actividades transaccionales".
El Banco Central destacó además el alza de la morosidad de las carteras, que trepó al 3,7 por ciento desde el mínimo de 2,8 por ciento en septiembre.
"Los créditos otorgados a las familias, especialmente aquellos destinados al consumo, impulsaron el incremento de la irregularidad durante los últimos meses", dijo el Banco Central.
Según el Banco Central, la morosidad de las familias se ubicó en el 5,1 por ciento de las financiaciones, mientras que en el sector corporativo fue del 2,4 por ciento.
La economía argentina muestra una fuerte desaceleración del crecimiento desde finales del 2008 por el impacto de la crisis financiera internacional y problemas domésticos, tras seis años de fuerte expansión, y algunos analistas creen que se encuentra en recesión.