Actualizado 23/09/2009 21:03

Hondureños buscan víveres con suspensión toque queda

Por Gustavo Palencia

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Los hondureños salieron el miércoles desesperados a comprar víveres y abastecerse de gasolina, poco después de que el Gobierno de facto suspendiera por algunas horas el toque de queda que rige en el país debido al sorpresivo regreso del presidente derrocado Manuel Zelaya.

La medida de excepción comenzó a regir a media tarde del lunes, cuando Zelaya anunció que estaba refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, y estaba previsto que se extendiera hasta las 18.00 horas del miércoles (0000 GMT).

La medida fue suspendida entre 10.00 horas y las 17.00 horas, dijo el Gobierno en una cadena nacional.

Momentos después del aviso, largas filas se formaron frente a los supermercados y gasolineras esperando que abrieran y el paisaje fantasmal de la ciudad se transformó cuando cientos de automóviles salieron a las calles, que hasta momentos antes estaban desiertas.

"Voy a llenar el tanque porque no sabemos qué va a pasar. Y después me voy al supermercado", dijo Jaime Garay, estacionado en una fila de una gasolinera en su vehículo Sedán.

A pocas cuadras de allí y no lejos de la embajada brasileña, Lourdes Carbajal, de 26 años, cargaba bolsas con agua, pan, agua, aceite, carne, huevos y frijoles.

"No queremos pasar hambre en caso de que esto se prolongue. La solución para este asunto es que Zelaya se entregue a las autoridades y nos deje en paz", dijo a Reuters.

El presidente de facto, Roberto Micheletti, advirtió que la suspensión de la medida es sólo para abastecimiento y que no se permitirán concentraciones de personas, un día después de que fuerzas de seguridad desalojaran violentamente a simpatizantes de Zelaya apostados frente a la embajada.

Un portavoz de la presidencia dijo a Reuters que seguramente el toque de queda será extendido hasta el jueves.

Zelaya fue derrocado el 28 de junio por militares y expulsado a Costa Rica a punta de rifle, el mismo día en que planeaba una consulta popular que abriera paso a la reelección presidencial, algo que sus detractores vieron como un intento de emular a su aliado venezolano, Hugo Chávez.