Actualizado 24/09/2009 00:17

Hondureños compran víveres en suspensión toque queda

Por Gustavo Palencia

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Los hondureños corrieron el miércoles a comprar víveres y abastecerse de gasolina al levantarse por una horas el toque de queda que lleva casi dos días, mientras el Gobierno de facto pidió calma tras una serie de saqueos que dejaron vacíos algunos supermercados.

La medida de excepción comenzó a regir a media tarde del lunes, cuando el depuesto presidente Zelaya anunció que estaba refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, y se preveía que se extendiera hasta las 18.00 horas del miércoles (0000 GMT).

Pero la medida fue suspendida entre 10.00 horas y las 17.00 horas para que la gente pudiera abastecerse, dijo el Gobierno en una cadena nacional.

Momentos después del aviso, largas filas se formaron frente a los supermercados y gasolineras y el paisaje fantasmal de la ciudad se transformó cuando cientos de automóviles salieron a las calles, que hasta momentos antes estaban desiertas.

Algunos supermercados habían sido saqueados el martes, amaneciendo con los anaqueles vacíos y cajas y envases desparramados por el piso en un escenario caótico.

"Tenemos suficiente grano almacenado (...), tenemos combustibles, hay alimentos, el sistema financiero nacional también está funcionando (...) les reitero que mantengan la calma", dijo en rueda de prensa el ministro de facto de Industria y Comercio, Benjamín Bogran.

"No podemos seguir permitiendo actos vandálicos", agregó.

El presidente de facto, Roberto Micheletti, advirtió que la suspensión de la medida es sólo para abastecimiento y que no se permitirán concentraciones de personas, un día después de que fuerzas de seguridad desalojaran violentamente a simpatizantes de Zelaya apostados frente a la embajada.

"Voy a llenar el tanque porque no sabemos qué va a pasar. Y después me voy al supermercado", dijo Jaime Garay, estacionado en una fila de una gasolinera con su vehículo.

A pocas cuadras de allí y no lejos de la embajada brasileña, Lourdes Carbajal, de 26 años, cargaba bolsas con agua, pan, agua, aceite, carne, huevos y frijoles.

"No queremos pasar hambre en caso de que esto se prolongue. La solución para este asunto es que Zelaya se entregue a las autoridades y nos deje en paz", dijo a Reuters.

Un portavoz de la presidencia dijo a Reuters que seguramente el toque de queda será extendido hasta el jueves.

Zelaya fue derrocado el 28 de junio por militares y expulsado a Costa Rica a punta de rifle, el mismo día en que planeaba una consulta popular que abriera paso a la reelección presidencial, algo que sus detractores vieron como un intento de emular a su aliado venezolano, Hugo Chávez.