Por Nicolás Misculin
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Productores rurales de Argentina bloqueaban carreteras el martes en forma intermitente, como parte de las protestas de una huelga contra las políticas del Gobierno y la intervención estatal en los mercados.
El paro comercial agropecuario, que se inició en la medianoche del jueves y concluirá por la noche del viernes próximo, paralizó esta semana los mercados de carne y de granos de Argentina uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos.
Pese a que varios productores manifestaron su voluntad de continuar la protesta más allá del viernes, dirigentes del sector se mostraron a favor de concluirla el día estipulado.
"Hay un malestar muy profundo en la gente, (pero) da la impresión de que no seguiría" la huelga, dijo a Reuters Ricardo Buryaile, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una de las cuatro entidades en protesta.
El sector, que arrastra un largo descontento contra el Gobierno, lanzó la medida de fuerza en reacción al veto de la presidenta Cristina Fernández a un beneficio fiscal para los productores afectados por una sequía que dañó gravemente a los cultivos del país.
Los productores todavía no han recibido las respuestas que esperan del Gobierno -como reducciones impositivas y liberación de exportaciones-, por lo que "no se descarta nada, ni de protesta ni de acuerdo", afirmó Buryaile.
La televisión local mostró a grupos de productores furiosos obstruyendo el paso de vehículos en algunos distritos del interior del país.
"No sé si el viernes nos vamos a ir, porque estamos bastante calientes (enojados)", dijo un productor de Olavarría, en la provincia de Buenos Aires, al canal de noticias TN.
Sin embargo, los dirigentes rurales dijeron en reiteradas ocasiones que no volverán a usar los cortes de carreteras como sistema de protesta, para evitar los hechos de violencia que se produjeron durante el conflicto del año pasado.
El sector, que definirá sobre el final de esta semana si la huelga se extiende o no, está analizando la realización de manifestaciones multitudinarias en días posteriores.
Las protestas del 2008, realizadas contra un intento oficial de subir el impuesto a la exportación de soja -el mayor cultivo del país-, sumieron al Gobierno de Fernández en una crisis y aportaron a la desaceleración de la economía.