Por Guido Nejamkis
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El dato de la inflación de julio en Argentina que se conocerá el miércoles mostrará si la promesa del nuevo ministro de Economía de restaurar la reputación de las estadísticas estatales comienza a cumplirse, aunque los analistas no esperan un saneamiento rápido.
El Indec, el organismo que recopila y elabora los datos públicos en el país, es acusado de manipular los índices, y la presidenta Cristina Fernández busca acabar con la polémica creada por denuncias de que el ente subestima la inflación y la pobreza.
Para eso, puso al organismo bajo la órbita directa de su ministro de Economía, Amado Boudou, quien a un mes de haber asumido el cargo trabaja para crear un consejo académico que garantice la confiabilidad de las mediciones estatales.
El Indec fue intervenido por el Gobierno en el 2007 y desde entonces sus datos muestran grandes diferencias con los informes privados, mientras analistas, opositores e incluso parte de su personal acusan a la Casa Rosada de manipular las cifras para obtener rédito político y reducir pagos de la deuda que ajusta por inflación.
La inflación de Argentina en el 2008 fue de 7,2 por ciento según datos oficiales, pero los privados la estimaron superior al 20 por ciento.
El dato de julio será el primero difundido desde que el organismo está subordinado a Boudou, y una normalización del Indec es considerada muy necesaria para que Argentina alcance una de las metas del ministro en su gestión, que es que el país regrese a los mercados voluntarios de crédito.
Expertos consultados por Reuters dudan que la estrategia oficial para hacer confiables los datos oficiales den resultado inmediato, incluso porque incluyó la creación del cargo de director técnico del ente, que recayó en Norberto Itzcovich, un férreo defensor de la metodología empleada por el Indec para elaborar índices.
"Han destruido la información estadística y como el Gobierno no quiere reconocer su error deja al mismo señor al frente del Indec y pone decenas de personas a controlarlo. Era más fácil echar a este funcionario que poner a todo el mundo a mirar qué hace", dijo el economista independiente Enrique Szewach.
DECISION POLITICA
El ex viceministro de Economía Jorge Todesca dijo que es necesario nombrar por concurso a la dirección del Indec y agregó que para que Argentina obtenga financiamiento externo debe normalizar sus estadísticas.
"No hay obstáculo técnico sino un tema de voluntad política", añadió Todesca, titular de la consultora Finsoport.
Argentina prácticamente no tiene acceso a los mercados voluntarios de deuda desde que cayó en cesación de pagos por unos 100.000 millones de dólares en el 2002, pese a la reestructuración del 76 por ciento de esos títulos tres años después.
Boudou dijo recientemente que confía en volver a los mercados de deuda a fin de año, y mientras tanto el Gobierno se financia con entidades públicas superavitarias, como el ente estatal de pensiones y el oficial Banco Nación.
"Es indispensable que Argentina vuelva al mercado de crédito, (pero) cualquier calificadora que tiene que revisar un título argentino va a pedir datos sobre el funcionamiento de la economía lo más veraces posibles", dijo Todesca.
Para Szewach, Boudou intenta agradar al mercado financiero y simultáneamente al poder político de Argentina, incluido el ex presidente y esposo de la mandataria Fernández, Néstor Kirchner, un defensor de la intervención estatal en la economía. "Eso, al mismo tiempo, es muy complicado de lograr", expresó.
Alejandro Vinitzky, consultor asociado de Maxinver, aseguró que el proceso de regularización del Indec "no necesariamente tiene que ser tan rápido, pero una normalización de las estadísticas ayudaría a acompañar la tendencia alcista que están reflejando los bonos locales", dijo .
La semana pasada, el propio Boudou reconoció que la recuperación de la credibilidad de los índices oficiales podría no ser inmediata.
Hasta el miércoles "no hay tiempo de haber producido ni el debate ni la discusión ni los potenciales cambios", dijo a una canal local de TV.
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