Actualizado 07/07/2015 07:28

Insurgentes del Estado Islámico amplían su control sobre el norte de Irak

Por Isabel Coles

ARBIL, Irak, 7 ago, 7 Ago. (Reuters/EP) -

- Los combatientes suníes de Estado Islámico ampliaron el jueves su control en el norte de Irak, tomando más ciudades y reforzando un bastión cerca de la región kurda, dijeron testigos, en una ofensiva que ha alarmado al Gobierno de Bagdad y a las potencias regionales vecinas.

El avance se produce después de que los insurgentes islamistas infligieran una humillante derrota a las fuerzas kurdas el fin de semana en el norte del país.

El Estado Islámico, que ha declarado un califato en un territorio entre Irak y Siria que controla, se enfrentó con las fuerzas kurdas el miércoles en la ciudad de Majmur, cerca de Arbil, la capital de la zona autónoma kurda.

Los testigos dijeron que los insurgentes tomaron Majmur, pero funcionarios kurdos dijeron a los medios locales que las fuerzas seguían controlando la zona y los canales de televisión mostraban imágenes de combatientes peshmerga conduciendo por la ciudad.

La ciudad mayoritariamente cristiana de Tilkaif, así como Al Kwair, fueron tomadas por los insurgentes, según testigos, y los residentes de la mayor ciudad cristiana de Irak, Qaraqosh, se marcharon antes de la llegada de los islamistas.

El Estado Islámico supone la mayor amenaza para la integridad de Irak desde la caída de Sadam Husein en 2003. Sus combatientes y sus aliados suníes también controlan gran parte del oeste de Irak.

El grupo ha reavivado las tensiones sectarias, llevando al país de vuelta a los tiempos oscuros de la guerra civil que tuvo su momento más crudo entre 2006 y 2007, aún bajo la ocupación militar encabezada por Estados Unidos.

Los bombardeos, secuestros y ejecuciones son rutinarias de nuevo en Irak, un miembro del cartel petrolero OPEP. Las minorías étnicas y religiosas que han vivido en las llanuras de la región de Nineveh son particularmente vulnerables.

La cifra de muertos por explosiones de coches bomba en mercados de zonas chiíes de Bagdad ascendió a 59, a lo que se suman 125 heridos, dijeron fuentes médicas y de seguridad tras el atentado del miércoles.

Los avances del Estado Islámico han llevado al primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, un chií, a ordenar a sus fuerzas aéreas que ayuden a los kurdos, cuya reputación como temidos combatientes fue puesta en duda tras su derrota.

Ha habido varios ataques aéreos, entre ellos uno en el que el Gobierno dijo que mató a 60 "terroristas" el miércoles en Mosul, pero no parecía haber debilitado al grupo islamista.

La captura de la ciudad de Sinjar, hogar ancestral de la minoría étnica Yazidi, llevó a decenas de miles de personas a huir a las montañas, donde corren el riesgo de morir de hambre.

El Estado Islámico ve a los Yazidis, seguidores de una antigua religión derivada del Zoroastrismo, como "servidores del diablo".