Por Mohamed Ahmed
MOGADISCIO (Reuters/EP) - Insurgentes somalíes rechazaron el domingo un llamado del Gobierno por un cese al fuego durante el mes sagrado musulmán del Ramadán y acusaron al presidente de intentar usar la religión para cubrir el rearmado de sus tropas.
El presidente jeque Sharif Ahmed, un ex islamista rebelde, pidió el fin de los combates durante el Ramadán para permitir que las personas pudieran orar.
"No aceptaremos esa petición de alto al fuego. Este mes sagrado será un momento de triunfo para los mujahideen (luchadores santos) y lucharemos contra el enemigo", dijo el líder de Hizbul Islam, Sheik Hassan Dahir Aweys, durante un rueda de prensa.
El Gobierno de Ahmed, que tiene el respaldo de Naciones Unidas, es visto por muchos analistas como la mejor esperanza del país para un retorno a la estabilidad, tras 18 años de conflicto, pero apenas controla pequeñas partes de la capital y algunas áreas en el sur.
Los insurgentes, entre los que se incluye al grupo Al Shabaab, que Washington dice es la facción de al Qaeda en Somalia, ha controlado la mayor parte del sur por meses.
Un comandante regional de al Shabaab puso en duda el llamado del Gobierno para un alto al fuego y prometió aumentar los ataques.
"Redoblaremos la guerra contra los infieles. Su llamado no significa que respete el Ramadán, sino que está planeado para rearmar su milicia pro-occidental", dijo Bare Adan Khoje, comandante de Shabaab para la región suroccidental de Gedo.
Al menos once personas murieron y otras 22 resultaron heridas durante el primer día del Ramadán, cuando los insurgentes atacaron las posiciones del Gobierno en la capital, informó el ministro de Defensa de Estado.
"Atacaron nuestras posiciones la tarde del sábado y les dimos una lección. Sus cuerpos yacen en las calles", dijo a Reuters Yusuf Mohamed.
Más de cien personas murieron la semana pasada en diferentes partes del país en medio de los enfrentamientos entre milicias del Gobierno e insurgentes.