Actualizado 20/08/2009 18:16

Iraquíes están furiosos porque ataques no fueron evitados

Por Muhanad Mohammed

BAGDAD (Reuters/EP) - Los iraquíes estaban furiosos con las fuerzas de seguridad el jueves, después de que 95 personas murieron en el día de ataques más sangrientos de este año en Irak, que muchos culpan a rivalidades políticas a medida que se acercan las elecciones parlamentarias.

Las explosiones del miércoles azotaron el corazón del poder del Estado iraquí, cerca de la fuertemente fortificada Zona Verde de Bagdad, devastando los cercanos ministerios de Finanzas y Relaciones Exteriores.

La escala de los lapsos de seguridad sugiere teorías de conspiración.

"La razón de los enfrentamientos fue la lucha política interna y el pueblo iraquí es la víctima", expresó el comprador Munther al-Lamy en un desértico mercado del centro que normalmente está abarrotado de personas.

"Las fuerzas de seguridad en estos puestos de control era leal a partidos en particular, por eso dejaron que los ataques ocurrieran", precisó.

Los ataques del miércoles dejaron a más de 1.000 personas heridas.

El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, dijo que los ataques con bomba fueron una "respuesta vengativa" por parte de Al Qaeda a los planes del Gobierno para remover dentro de 40 días la mayor parte de los muros de concreto de la ciudad, en un esfuerzo para devolver la vida normal a las calles de la ciudad.

Sin embargo, la vida en Bagdad el jueves estaba lejos de la normalidad.

"Uno puede saber que las personas están asustadas al mirar el mercado. Sólo los tenderos están ahí", comentó Saadeq Jaafar, dueño de una tienda.

El plan de remover los muros fue una muestra de confianza de parte de las fuerzas iraquíes después de que las tropas estadounidenses se retiraran de los centros urbanos y ciudades en junio, preparando un completo retiro del país para el 2012 establecido bajo un acuerdo bilateral.