Por Jeffrey Heller
JERUSALEN (Reuters/EP) - Israel aprobó el lunes permisos para construir 450 nuevas casas en asentamientos de la ocupada Cisjordania, una decisión repudiada por su aliado Estados Unidos y los palestinos, pero que podría despejar el camino para una moratoria a la construcción solicitada por Washington.
Una lista del Ministerio de Defensa de los primeros permisos de este tipo desde que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, asumió el cargo en marzo mostró que las viviendas se construirían en zonas que Israel ha dicho que intentará conservar en un acuerdo de paz futuro con los palestinos.
El negociador jefe palestino Saeb Erekat dijo que la decisión de Israel minaba aún más cualquier afirmación de que es un socio creíble para la paz.
Las autoridades israelíes anunciaron el viernes que Netanyahu quería dar el visto bueno para nuevos proyectos en la ocupada Cisjordania, generando una rápida condena de la Casa Blanca.
Los permisos, firmados por el ministro de Defensa Ehud Barak, fueron considerados ampliamente en Israel como un intento de Netanyahu de calmar a los miembros pro-asentamientos de su Gobierno y de su partido, el Likud, antes de acceder a una congelación de la construcción.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha puesto gran presión sobre Netanyahu para ceder en los asentamientos, de cara a despejar el camino para una reanudación de las conversaciones de paz palestino-israelíes, suspendidas desde diciembre.
Netanyahu se ha resistido a una congelación total, alegando que hay que hacer frente al "crecimiento natural" de las familias de los colonos. Unas 2.500 viviendas están actualmente en construcción en los asentamientos y las autoridades israelíes dijeron que estos proyectos continuarían.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, ha pedido una congelación de los asentamientos como condición para volver a negociar la paz.
El enviado estadounidense George Mitchell tiene previsto volver a la región esta semana para intentar cerrar un acuerdo con Netanyahu sobre los asentamientos, antes de una posible reunión en la Asamblea General de la ONU a finales de septiembre en la que participen el líder israelí, Abbas y Obama.