Actualizado 01/09/2009 23:40

Japón enfrenta revolución en el modo de gobernar

Por Linda Sieg

TOKIO (Reuters/EP) - La sorprendente victoria electoral del Partido Democrático de Japón podría no producir cambios políticos radicales, pero sí revolucionar el modo de gobernar si los nuevos líderes ponen límites a las elites burocráticas.

El Partido Democrático (PDJ) de Yukio Hatoyama hizo del control a los burócratas una prioridad de su plataforma electoral. El domingo, la oposición desbancó al Partido Democrático Liberal (PDL) tras ocupar el poder durante la mayor parte del último medio siglo.

También quiere focalizarse en dirigir el gasto directamente a las familias y no a los grupos industriales y otros bloques de intereses que tradicionalmente se beneficiaron de la generosidad del PDL.

Aquellas promesas -más que cualquier otra división ideológica entre halcones y palomas o defensores del libre mercado o la intervención estatal- son las que distinguen a los demócratas de sus rivales del PDL.

Eso significa que la segunda economía del mundo no verá grandes cambios hacia un socialismo o un capitalismo salvaje, ni tampoco se alejará demasiado de la alianza Estados Unidos-Japón, que es la esencia de su diplomacia.

"Los dos partidos no se dividen en torno a segmentaciones o ideologías claras u otros principios básicos", dijo Gerry Curtis, profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York.

"Pero hay diferencias (...) El PDL ve el arte de gobernar en base a la capacidad de mantener alianzas amistosas entre el liderazgo político y los burócratas", dijo.

"El PDJ ve el arte de gobernar como la habilidad del liderazgo político para imponer su voluntad a los burócratas", añadió.

CAMBIO RAPIDO, GASTO FOCALIZADO

Sacar la órbita de las decisiones a los burócratas de los ministerios no será fácil, pero cortar los lazos fortalecidos durante décadas de dominio de un solo partido sería un gran paso.

Los críticos acusaron al PDL de delegar demasiadas funciones a la burocracia, lo cual impidió responder adecuadamente a profundos problemas como la reducción y el rápido envejecimiento de la población.

Sin embargo, los demócratas también enfrentan el desafío de encontrar aliados dentro de los ministerios para poder implementar sus planes.

Si logran hacerlo, podrían aumentar la transparencia y reducir la corrupción y el gasto público, todas causas que contribuyeron a incrementar la deuda pública de Japón al peor nivel entre las naciones industrializadas.

"Hay muchas cosas que van a cambiar y rápidamente, en cuanto al gasto, la corrupción, reformas en el modo de gobernar. Eso es lo que quiere la gente", dijo Steven Reed, profesor de ciencia política de la Universidad Chuo.

La promesa demócrata de poner más dinero en manos de los contribuyentes mediante medidas como un pago por hijo, ayuda para productores agrícolas y peajes gratis en las autopistas generó inquietud en el mercado financiero ante un posible aumento de la deuda pública, que ya llega al 170 por ciento del

PIB.

Pero con votantes ya preocupados por el creciente peso de la deuda en una sociedad de rápido envejecimiento donde aumentan los costos de los servicios sociales, los demócratas tienen buenos motivos para mantenerse alejados de las prácticas derrochadoras.

"No creo que este sea un partido populista, porque eso no es popular en este país", dijo Curtis. "En este país no es popular despilfarrar dinero".