Actualizado 29/07/2009 21:15

Jefe FMI se muestra cauto sobre recuperación económica global

PARIS (Reuters/EP) - Es una buena noticia que los mercados financieros estén mejorando, pero el 2009 será igualmente un año malo para la economía mundial, dijo el miércoles el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.

En una entrevista con el canal de televisión France 24, el funcionario sostuvo además que el dólar se mantendría como la principal moneda de reserva del mundo y calificó el regreso de los bonos millonarios para los banqueros estadounidenses como un "escándalo".

"Es bueno que los mercados financieros estén mejor. Es bueno que las compañías comiencen a tener mejores resultados, pero el 2009 será un mal año", afirmó.

"Sólo estamos a mitad de camino. El resto del año no será bueno. Y el repunte que vemos sólo se verá en el 2010, por lo que no deberíamos quedar enredados en eso", agregó.

Incluso cuando la economía se haya recuperado, el desempleo se mantendrá alto y seguirá subiendo por algún tiempo, dijo Strauss-Kahn.

Al ser consultado sobre si los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, un activo de reserva internacional, podrían reemplazar al dólar como la principal unidad de reserva, respondió: "Estamos lejos, muy lejos de tener una situación en la cual la supremacía del dólar sería disputada".

"La realidad (...) es que Estados Unidos es la economía más poderosa y por esto, aunque podamos pensar en un sistema diferente, yo no creo que los DEG del FMI pudieran estar en posición de reemplazar la inmensa cantidad de dólares circulando en el mundo y que son usados para los pagos internacionales", consideró.

Strauss-Kahn también fue consultado sobre el pago de grandes bonos a altos ejecutivos de empresas que alentaron una toma excesiva de riesgos que dio lugar a la actual crisis. Sobre eso dijo: "Francamente, estoy escandalizado con lo que estoy viendo".

Las fuertes ganancias que reportaron recientemente importantes bancos como Goldman Sachs y JP Morgan han elevado las preocupaciones entre los políticos respecto a que los bancos no hayan cambiado lo suficiente sus prácticas tras la crisis financiera.

(Anna Willard)