Por Karolos Grohmann
SOCHI, Rusia, 14 feb, 14 Feb. (Reuters/EP) -
- El jefe de los Juegos Olímpicos de Sochi, Dmitry Chernyshenko, dijo que los elogios hechos por el Comité Olímpico Internacional al evento son bienvenidos, aunque destacó que aún es prematuro hacer un balance de una competencia que no ha tenido problemas importantes pese a un difícil camino previo.
Los primeros Juegos de Invierno que se celebran en Rusia han estado en el foco de atención durante meses, y el presidente Vladimir Putin ha apostado su imagen personal y la de su país para realizar un evento exitoso en la turística ciudad del mar Negro.
Los temores a una reacción negativa de los atletas por la controvertida ley contra la propaganda homosexual o el historial del país en materia de derechos humanos hasta ahora no se han materializado, mientras que la seguridad ha funcionado sin problemas pese a algunas amenazas terroristas.
"Estamos modestamente orgullosos y satisfechos con los progresos hasta ahora", dijo el viernes Chernyshenko a Reuters en una entrevista.
"Pero no nos relajamos. Todavía hay muchas cosas que hacer hasta el final de los Juegos y faltan las competiciones más emocionantes", agregó.
El COI dijo el viernes que los organizadores habían cumplido sus promesas, que las operaciones funcionaban bien y que había más entusiasmo entre los aficionados del que se esperaba.
El organismo también dijo estar satisfecho con las cifras mundiales de audiencias.
Los organizadores casi han reducido a la mitad los asientos disponibles comparado con acontecimientos anteriores, especialmente en las sedes de montaña, por razones de seguridad.
El parque olímpico costero, en tanto, el primero en unos Juegos de Invierno, recibió el jueves más de 106.000 espectadores, según Chernyshenko.
"Esperamos que Rusia cree la guía y los nuevos estándares de eficiencia y concisión de los Juegos", dijo.
"Será difícil de repetir, porque teníamos la ventaja natural de literalmente no tener nada aquí y construir todo", dijo.
Los Juegos implicaron una inversión total de 50.000 millones de dólares para sedes y proyectos de infraestructuras.