Actualizado 24/09/2009 01:12

Líderes Iberoamérica presionan por restitución Zelaya

NACIONES UNIDAS (Reuters/EP) - Líderes iberoamericanos reclamaron el miércoles en Naciones Unidas la restitución de Manuel Zelaya en la presidencia de Honduras, ejerciendo mayor presión sobre el Gobierno de facto que mantiene cercada la embajada de Brasil en Tegucigalpa donde está refugiado.

Los mandatarios de Brasil, Venezuela, Chile y Uruguay, así como el presidente del Gobierno español, reiteraron su condena ante la ruptura constitucional en Honduras, que desde hace casi tres meses está gobernada por autoridades interinas que sacaron a Zelaya a la fuerza en junio y se niegan a su reinstauración.

Zelaya, sobre cual pesa una orden de arresto en su país por supuestamente violar la Constitución al intentar forzar la reelección presidencial, volvió el lunes por sorpresa a Honduras y se refugio en la embajada de Brasil en un intento de recuperar el poder.

La sede diplomática ha sido escenario de enfrentamientos entre sus seguidores y fuerzas del orden con un muerto y varios heridos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el primer líder del mundo en dirigirse a la Asamblea General de Naciones Unidas y que esta semana se convirtió en mediador clave en la crisis al albergar a Zelaya, pidió en Nueva York por su reinstauración.

El llamado de Lula, que comparte raíces políticas con presidentes de una América Latina que se ha inclinado hacia la izquierda en la última década, siguió a declaraciones del venezolano Hugo Chávez, quien antes del evento exigió a la ONU pronunciarse para que Zelaya retome la jefatura de su país.

"La comunidad internacional exige que el señor Zelaya vuelva inmediatamente a la presidencia de su país y debe estar alerta para asegurar la inviolabilidad de la misión diplomática de Brasil en la capital de Honduras", dijo Lula, provocando aplausos de la audiencia.

Zelaya también tenía previsto dirigirse a la Asamblea General de la ONU el miércoles como parte de un debate general al que asisten jefes de Estado y de gobiernos de todo el mundo, pero envió a algunos de los ministros de su Gobierno.

Lula agregó que se necesita voluntad política internacional para evitar golpes de Estado similares en otros países. Brasil solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la crisis en Honduras.

En tanto, la presidenta argentina, Cristina Fernández, llamó a la comunidad internacional a consensuar una estrategia para el retorno de la "democracia en Honduras".

"(Si no) se estaría sentando un severo precedente en una región que durante décadas y durante la vigencia de la Doctrina de Seguridad Nacional sufrió interrupciones democráticas que sesgaron la vida de miles y miles de latinoamericanos, causaron el exilio de otros y provocaron la tragedia social y económica más grave de que se tenga memoria en la región", resaltó.

NUEVA INICIATIVA, MISION OEA

El venezolano Chávez, un cercano aliado del izquierdista Zelaya, describió el retorno de su colega hondureño a su país como "valiente". "Naciones Unidas debe pronunciarse para que sea instalado Zelaya en el Gobierno de nuevo", dijo.

El mandatario de Uruguay, Tabaré Vázquez, se unió al pedido. "Como americanos, sentimos el deber ético y la responsabilidad política de reiterar también en este foro mundial que rechazamos la ruptura de la institucionalidad en la hermana república de Honduras", dijo.

"Reclamamos el inmediato restablecimiento del orden constitucional restituyendo en sus cargos a las autoridades democráticamente electas", agregó en su discurso.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, instó por su parte en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas a lanzar una nueva iniciativa diplomática para ayudar a la resolución de la peor crisis en varios años en América Central.

Es necesario "fortalecer, relanzar, una nueva iniciativa diplomática para Honduras y eso supone restitución democrática del Gobierno en Honduras", sostuvo.

La OEA intentó una mediación a la par de los esfuerzos del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, pero fracasó por la negativa del Gobierno de facto de reinstaurar a Zelaya hasta que termine su mandato en enero, lo que fue puesto como condición para el bautizado como Acuerdo de San José.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en su discurso ante la Asamblea General reiteró su llamado a que se acepte "de inmediato" el Acuerdo de San José. "Honduras merece elecciones libres y democráticas con el presidente constitucional conduciendo dicho proceso", argumentó.

Honduras planea realizar elecciones generales en noviembre, pero gobiernos de América Latina y de otros países adelantaron que desconocerán al triunfador de los comicios.