Actualizado 29/08/2009 02:04

Líderes norte del Cáucaso advierten a Medvedev sobre violencia

Por Denis Dyomkin

SOCHI, Rusia (Reuters/EP) - Líderes del turbulento norte del Cáucaso dijeron el viernes al presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, que la insurgencia islámica ha ingresado a todas las esferas de la sociedad y que están luchando para controlarla.

El jefe regional de Ingusetia, Yunus-Bek Yevkurov, que aún se recupera de un ataque suicida con bomba en junio, dijo que la militancia islámica sería imposible de combatir sin un mayor apoyo del Kremlin.

"Ha permeado en todas las facetas de la vida en sociedad. Hoy (...) presenta una seria amenaza para la paz y el orden en la república y en la región en su totalidad, es imposible no percibirla", sostuvo Yevkurov.

Además de la inmediata amenaza de desestabilización en todo el norte del Cáucaso, el Kremlin está preocupado porque el islamismo radical se pueda propagar a otras regiones de Rusia, hogar de unos 20 millones de musulmanes.

Medvedev se reunió con más de dos decenas de líderes, clérigos musulmanes y expertos en el norte del Cáucaso en el centro vacacional de Sochi, a orillas del Mar Negro, donde garantizó el completo apoyo de Moscú para la región.

El sagrado mes musulmán de Ramadán ha estado marcado en el sur de Rusia por una ola de ataques suicidas y asaltos armados contra la policía y las fuerzas de seguridad en Chechenia -donde Moscú ha luchado dos conflictos con separatistas- y las vecinas Ingusetia y Daguestán.

Mientras canales de televisión locales mostraban a Medvedev reuniéndose con los líderes del norte del Cáucaso, agencias de noticias emitían reportes de intensos tiroteos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados en la república regional de Kabardino-Balkaria.

"De acuerdo a información preliminar, tres miembros de formaciones armadas ilegales murieron", dijo la agencia de noticias RIA, citando a un policía. Agregó que no hubo víctimas mortales entre las fuerzas de seguridad.

El líder checheno Ramzan Kadyrov, un ex rebelde que ahora es leal al Kremlin, dijo a Medvedev que se necesitaba una nueva estrategia.

"Ellos matan, hacen estallar cosas, ellos son demonios (...) Sabemos que estamos cometiendo errores", sostuvo.

"Debemos hacer todo lo que podamos para alcanzar una victoria espiritual", agregó.