BUENOS AIRES, 14 Feb. (Notimérica) -
El porcentaje de trabajadores en negro en Argentina durante el tercer trimestre de 2014 fue de 33,6 por ciento de los ocupados totales, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Si el INDEC no incluyera la economía sumergida en las cifras oficiales, la desocupación subiría a más de 6,5 millones, el 39 por ciento de la población activa.
La desocupación en Argentina durante el tercer trimestre de 2014 fue del 7,5 por ciento del total de la población activa, según cifras del INDEC. Sin embargo, esas cifras incluyen el trabajo informal.
En Argentina no existe una oficina de desempleo donde aquellos que estén buscando un trabajo puedan apuntarse, por lo que el seguimiento de la desocupación se realiza a través de dos encuestas que realiza el INDEC: la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU). En esas encuestas, incluyen preguntas para calcular el empleo informal.
Llama la atención la discrepancia entre la cifra de 33,6 por ciento del INDEC y la que publica la Organización Internacional del Trabajo (OIT): 46,9 por ciento. De ser cierta esta cantidad, los desocupados en busca de trabajo y el empleo sumergido sumarían más del 50 por ciento de la población activa.
Es por ello que, si bien la cifra de 7,5 por ciento de desocupación del INDEC no es falsa, no deja de ser engañosa, puesto que incluye trabajo en negro. De hecho, puede resultar peligroso comparar este porcentaje con el de países que usan formas diferentes de medir el desempleo y que no incluyen a los trabajadores en negro en la cifra de empleados, como por ejemplo España.
Otro de los datos llamativos del empleo en Argentina es la baja población activa. Según el INDEC, la cifra es de un 44,7 por ciento. Sin embargo, para la OIT esta cifra es del 60 por ciento. Al reducir la población activa, existe el riesgo de que se estén haciendo pasar a desempleados por población inactiva que no entraría dentro de la estadística.
FIABILIDAD DEL INDEC
La fiabilidad del organismo ha sido puesta en duda en numerosas ocasiones por consultoras privadas, oposición política e incluso por el diario 'The Economist', que en 2012 declaró que no seguiría utilizando las cifras oficiales.
Según el diario económico, el INDEC era "uno de los mejores institutos de estadística de América Latina". En el año 2007, según denuncian varias consultoras, fue intervenido por el Gobierno. 'The Economist' decidió no utilizar las cifras del INDEC porque les parecía "un intento deliberado de engañar a los votantes y estafar a los inversores".
Otro de los puntos llamativos de los datos del INDEC se refiere a la cadena de preguntas de la EPH para determinar si una persona está ocupada, desocupada o es económicamente inactiva. Está realizada de tal forma que si una persona ha trabajado al menos una hora durante la semana, aunque haya sido como ayuda a un familiar y sin haber cobrado por ese trabajo, se la considera como ocupada.
EL DESAFÍO DEL TRABAJO INFORMAL
El empleo informal es uno de los grandes desafíos laborales de América Latina, según destaca la OIT. "Hay una gran cantidad de personas atrapadas en empleos de mala calidad, con ingresos bajos, inestables, sin perspectivas, sin derechos ni protección social", señaló la directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco, en un informe de 2013.
El camino hacia la mejora no parece fácil: "Incluso si la región creciera a 4 por ciento anual, se necesitarían al menos 55 años para reducir los niveles de informalidad a la mitad", pronosticó Tinoco.
La parte positiva, según señala la OIT, es que en los últimos años el desempleo se ha reducido de manera considerable en toda la región. En el caso de Argentina, además, la OIT ha celebrado una tendencia a la reducción del trabajo informal. Tinoco considera, en cambio, que para mejorar la situación "el primer paso es mejorar la medición".