Actualizado 03/09/2009 22:52

Mercado negro cubano, afectado por medidas anticorrupción

Por Jeff Franks

LA HABANA (Reuters/EP) - Una ofensiva del presidente Raúl Castro contra la corrupción está causando consternación entre los cubanos, que dicen que está afectando al mercado negro y reduciendo una preciada fuente de alimentos baratos y otros productos.

La preocupación es a menudo matizada por la expectativa de que los ingeniosos cubanos, presionados por la necesidad económica y habituados a burlar al sistema, se las ingeniarán para reabrir el flujo de productos ilícitos.

Pero no si el mandatario cumple su plan. Raúl Castro, que reemplazó el año pasado en la presidencia a su convaleciente hermano Fidel, ha prometido reanimar la ineficiente economía de la isla.

Expertos calculan que hasta un 20 por ciento de los productos son robados durante la distribución a las tiendas estatales, una pérdida que Castro ha dicho que debe acabar.

Las denuncias oficiales sobre la corrupción no son nada nuevo en la isla de Gobierno comunista, pero el general Castro las está enfrentando con mano dura, colocando, por ejemplo, muchas tiendas bajo el control de empresas controladas por los militares.

Actualmente, pese a la seria crisis causada en parte por los destrozos de tres huracanes el año pasado y la recesión mundial, las tiendas y mercados de Cuba parecen todavía relativamente bien abastecidas. Había incluso papel higiénico, un producto que las autoridades habían advertido que podía escasear.

Sin embargo, los cubanos sostienen que la gama de productos en el mercado negro, donde las mercancías generalmente son mucho más baratas que en las tiendas, cayó considerablemente.

El salario promedio en Cuba es de aproximadamente 20 dólares mensuales, por lo que el mercado negro hace rendir más el dinero de los cubanos y, si son vendedores, complementa sus ingresos.

"Un montón de cosas que comprabas en el mercado negro no aparecen por ningún lado. Por ejemplo, antes, había una gran cantidad de jamón y queso, ahora ya no lo puede encontrar porque algo ha cambiado", dijo un militar retirado, que igual que otros entrevistados, prefirió no revelar su nombre.

MAYOR VIGILANCIA

Tras años responsabilizando al embargo estadounidense de casi medio siglo por muchos de sus problemas económicos, Raíl Castro instó a los cubanos a trabajar más para aumentar la productividad y la eficiencia.

Se cree también que el presidente aumentó la vigilancia en las calles e inmediaciones de los mercados, buscando a personas que venden productos ilegalmente, o "por la izquierda", como dicen los cubanos. Castro creó este año la Contraloría General, una poderosa agencia anticorrupción.

Muchos cubanos dicen que los vendedores del mercado negro, muchos de los cuales van casa por casa ofreciendo sus productos, no están saliendo a la calle por temor a ser descubiertos.

En un mercado en el barrio de El Vedado donde los vendedores del mercado negro solían operar casi sin temor, los pocos que aún quedan hacen sus transacciones furtivamente, muy pendientes de la policía.

"Tienen policías por todas partes. Si me cogen me meten en la cárcel. Y soy demasiado joven para eso", dijo Roberto, de 22 años, mirando nerviosamente a un lado y a otro.

Sosteniendo una bolsa de plástico junto a su cuerpo para mantenerla oculta, el joven exhibió dos paquetes de camarones congelados, claramente sacados de una tienda estatal o tal vez de un restaurante o un hotel.

"Son las últimas dos", dijo. "A veces tienes que esperar unos días para que aparezcan más".

Los cubanos hacen frente a la disminución de la oferta del mercado negro de la misma forma que hicieron frente durante años a la crisis económica: improvisando y esperando que las cosas mejoren.

Un ama de casa del barrio de Centro Habana explicó cómo su mamá había metido cáscara de banana en un guiso e hizo creer a sus hijos que era carne molida durante el "período especial", los oscuros días de crisis que siguieron al colapso en 1991 de la Unión Soviética, el principal benefactor de Cuba.

Pero ella y otros cubanos consultados esperan que la presión sobre el mercado negro pase rápidamente. Anteriores esfuerzos del Gobierno por controlar la corrupción fracasaron y este tampoco va a funcionar, dijeron, pues la gente no gana lo suficiente para vivir sin violar la ley.

"Lo que está haciendo Raúl va a durar un tiempo, pero no tiene capacidad suficiente para hacer frente a esto", dijo el militar retirado. "Hay corrupción porque hay mucha necesidad".