MEXICO DF, 11 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno mexicano decidió liquidar la deficitaria compañía eléctrica estatal Luz y Fuerza del Centro, que provee de energía a la capital y otras zonas del centro del país, aunque aclaró que no planea su privatización.
La decisión se divulgó la noche del sábado, a través de un decreto firmado por el presidente Felipe Calderón, al tiempo que cientos de policías federales ocupaban las principales instalaciones de la compañía en la Ciudad de México y acordonaron los alrededores.
El Gobierno dijo que el Estado no puede seguir sosteniendo la compañía, cuyos costos casi duplican sus ingresos por ventas, en momentos en que existe un grave deterioro en las finanzas públicas debido a la crisis global.
"El funcionamiento de Luz y Fuerza del Centro hoy en día representa un costo tan elevado que no resulta conveniente para la economía nacional ni para el interés público", dijo la presidencia en el decreto.
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, dijo en rueda de prensa el domingo que el Gobierno gastará unos 20.000 millones de pesos (1,500 millones de dólares) en la liquidación de la compañía, incluyendo indemnizaciones a los 47.000 trabajadores de la empresa.
Luz y Fuerza, que tenía casi seis millones de clientes y proveía el 24 por ciento de la energía eléctrica del país, sufría pérdidas por casi la tercera parte de la electricidad que distribuía, dijo el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
"Es necesario liquidar una empresa que ha generado un boquete sin fondos para los fondos públicos en momentos en que la crisis internacional (...) nos obliga a tomar medidas para atender las necesidades fundamentales como la pobreza, la salud, seguridad pública", señaló, junto a Carstens y otros secretarios.
De continuar la actual situación, el Gobierno debería transferir el próximo año a la empresa unos 300.000 millones de pesos para cubrir sus pérdidas, dijo.
RECORTANDO GASTOS
Luz y Fuerza será absorbida por la Comisión Federal de Electricidad, que provee de electricidad al resto del país.
La liquidación de la empresa ocurre mientras el Gobierno busca que el Congreso apruebe un plan fiscal que prevé fuertes recortes a estructuras del Estado, creación de nuevos impuestos y aumentos de algunos ya existentes para mejorar las finanzas públicas, deterioradas por la severa recesión que afecta al país.
La reacción del poderoso Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ligado a partidos de izquierda, no se hizo esperar.
Cientos de trabajadores comenzaron a marchar en la mañana del domingo en protesta por la decisión del Gobierno, mientras que dirigentes sindicales dijeron que apelarán a todos los medios para revertir la medida.
"La organización está preparada para resistir a este golpe del Gobierno. La presidencia de la república quiere gobernar con el garrote en la mano", dijo Humberto Montes de Oca, secretario del interior del SME, en rueda de prensa.
"Vamos a actuar en diferentes planos, el plano jurídico, el plano político y la lucha social", agregó.
El sindicato dice que sucesivos gobiernos no realizaron inversiones para modernizar la compañía, mientras que el Gobierno asegura que el sindicato es también responsable por su ineficiencia.