Actualizado 24/08/2009 20:09

Misión OEA llega a Honduras en nuevo intento de restituir Zelaya

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) llegó el lunes a Honduras en un nuevo intento de persuadir al Gobierno de facto de que restituya al presidente depuesto Manuel Zelaya, actualmente en Nicaragua.

La misión, integrada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y los cancilleres de México, Argentina, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Jamaica y Canadá, quiere reflotar una propuesta de acuerdo del presidente costarricense Oscar Arias para restablecer el orden constitucional en el país centroamericano.

Zelaya fue arrestado en la madrugada del 28 de junio por militares y enviado a punta de pistola a Costa Rica cuando se disponía a celebrar una consulta popular que abriría paso a la reelección presidencial, por lo que fue acusado de violar la Constitución.

La misión mantendrá entrevistas hasta el martes con integrantes de la Corte Suprema de Justicia, el Congreso, el tribunal electoral, líderes religiosos y sociales, empresarios y con los principales candidatos presidenciales, pero parece difícil que el Gobierno de facto cambie de posición.

"No tenemos expectativas positivas de esta visita. Nosotros creemos que ellos traen la misma posición de que se restituya al señor Zelaya y él fue destituido legalmente de acuerdo a nuestra Constitución y no puede volver a ser presidente de Honduras", dijo el lunes a Reuters la vicecanciller interina, Martha Alvarado.

Mientras la misión arribaba a Tegucigalpa, partidarios de Zelaya y del presidente interino Roberto Micheletti preparaban movilizaciones en distintos puntos de la capital.

"En el país los tres poderes del Estado pensamos exactamente igual y si la OEA y la comunidad internacional no entienden que hemos aplicado las leyes vigentes en el país, lo que nos queda es disponernos a esperar lo que tiene que venir: quedar aislados en defensa de nuestras leyes y nuestra democracia", agregó Alvarado.

El Gobierno de facto ha prometido entregar el poder al ganador de las elecciones previstas para noviembre, pero éstas no serían reconocidas por la OEA, que suspendió al país de la organización días después del golpe de Estado.