Por Steve Ginsburg
NUEVA YORK (Reuters/EP) - La nadadora estadounidense Dara Torres, una figura importante del deporte de su país, hace una pausa, cierra un poco sus ojos color avellana y observa un pequeño charco de agua que se ha salpicado fuera de la piscina.
La mujer de 42 años desea intensamente competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero considera los potenciales factores en contra: su edad, su salud y la devoción que siente por su hija de tres años, Tessa.
"Tengo un poco menos de un año para decidir qué quiero hacer", dijo Torres. "Realmente quiero que mi rodilla sane y que mis piernas vuelvan a estar en forma", señaló.
"Luego hablaré con mi entrenador y comenzaré desde ahí. Es un gran compromiso pero lo he hecho antes y sé cómo hacerlo. Sólo depende de si mi cuerpo aguantará", destacó.
Dara Grace Torres, que mide cerca de 1,82 metros de altura y con abdominales marcados como los de alguien que levanta pesas, tiene una imagen muy cuidada y apareció en la edición de trajes de baño de la revista Sports Illustrated en 1994.
También es muy buena para motivar a la gente, demostrando a una población de más edad que con deseo y trabajo duro no es necesario perder las esperanzas frente a la generación más joven.
Pero por sobre todo, Torres es una nadadora, una ágil deportista que ha ganado 12 medallas olímpicas, incluyendo cuatro de oro, y que no tiene rivales en su deseo por llegar primera a la meta.
Ha ganado al menos una medalla en cada uno de los cinco Juegos Olímpicos en los que ha competido, incluyendo tres preseas de plata en Pekín 2008, a los 41 años.
Es por eso que a Torres le molesta haber terminado octava en los 50 metros estilo libre en los campeonatos mundiales de natación disputados este mes en Roma.
"Soy muy competitiva. Siempre quiero ganar (...) Eso no era lo que esperaba hacer cuando fui a los campeonatos mundiales", dijo Torres a Reuters recientemente en la piscina Asphalt Green en Manhattan.
"Pero a veces debes ser realista. Tuve una larga conversación con mi entrenador (Michael Lohberg). El dijo, 'Dara, tuviste tantas distracciones. ¿Cómo puedes tener tu mejor desempeño cuando eso ocurre?'".
La nadadora afirmó que cuando Lohberg pone las cosas en perspectiva la ayuda a pensar con mayor claridad.
PROBLEMAS DE RODILLA
Mientras Torres sólo estaba enfocada en los Juegos Olímpicos antes de llegar a Pekín el año pasado, previo a las competencias de Roma escribió un libro, frecuentemente fue oradora en charlas de motivación, y tuvo decenas de otras apariciones públicas.
Además, sufre una lesión de rodilla, básicamente en el hueso. Padece de artritis y "tiene defectos".
"Voy a tener que arreglar eso", sostuvo. "Incluso si quiero tener una vida normal. Subo y bajo escaleras y duele".
Torres está contenta porque la Federación Internacional de Natación (FINA), va a prohibir los trajes de poliuretano en el 2010. Roma vio caer 43 récords y la entidad decidió que los trajes de alta tecnología tenían un rol demasiado importante en esta situación.
Speedo no tenía tanto poliuretano en sus trajes como el fabricante italiano Jaked, así que Torres brevemente se alejó de su patrocinador y usó el traje de la marca rival durante las eliminatorias de estilo libre.
Todo el asunto alteró a Torres, quien por largo tiempo ha sido usuaria de Speedo.
"Estoy emocionada porque a veces esos trajes pueden ayudar a los nadadores que no tienen las mejores o más eficientes brazadas", expresó. "Ahora podremos ver quienes son los mejores nadadores".
RITMO AGOTADOR
Muchos atletas toman un ritmo más tranquilo tras un año olímpico, pero Torres sigue con una gran actividad, ya sea haciendo un lanzamiento de apertura en un juego de béisbol o intentando inspirar a un grupo de trabajadores de una empresa.
Torres trabaja con la compañía energética BP en un concurso en línea llamado "Younger for Longer" (www.bpinvigorate.com) y ha lanzado su propia cuenta de Twitter, que tiene más de 6.000 seguidores.
Sin embargo, para el próximo verano boreal Torres podría sentir esas ansias por participar en sus sextos Olímpicos en una lucha por sumar más medallas a las cuatro de oro, cuatro de plata y cuatro de bronce que ha obtenido a lo largo de su notable carrera.
La nadadora reconoce que su régimen de entrenamiento ha cambiado desde sus primeros Juegos Olímpicos hace 25 años en Los Angeles. Torres sabe sobre regresar a la competencia, ya que no participó en Atlanta 1996 y Atenas 2004.
"Es muy diferente a cuando era más joven (...) Cuando eres más joven te sientes invencible. Cuando envejeces definitivamente eres más propensa a lesionarte", destacó.
"La primera vez que hice este regreso hace algunos años, quería hacer lo que los veinteañeros estaban haciendo. Me di cuenta muy rápido que no puedo hacer lo mismo que ellos, al menos en lo que respecta a entrenamiento", confesó.
Esa toma de consciencia la llevó a entrenar cinco veces por semana y no nueve.
Torres mantiene una gran relación con su compatriota Michael Phelps, de 24 años, quien obtuvo un récord de ocho medallas de oro en Pekín. Son compañeros de equipo, pero la diferencia de edad no pasa desapercibida para ninguno de los dos.
"Es un buen chico. Me llama 'mamá' y yo lo llamo 'hijo'", dijo Torres riéndose.