Publicado 23/01/2016 11:59

El negocio de los coches abandonados en Venezuela

Girls sit on an old car at the "Pinto Salinas" neighborhood during a hip-hop per
JORGE SILVA / REUTERS

   CARACAS, 23 Ene. (Notimérica) -

   Las calles de Caracas están repletas de coches abandonados desde hace años. Tal es así, que algunos carecen de puertas, piezas y cristales, así como su pobre apariencia, llenos de porquería y grafiteados.

   A pesar de las malas condiciones que tienen estos autos y su evidente utilidad, sus dueños se niegan a desprenderse de ellos. Muchos niegan haber abandonado sus coches, pero la realidad es que están en desuso total y no están ni cerca de sus pisos.

   Tal y como relata uno de estos dueños a 'BBC Mundo', dos fenómenos han coincidido para que en la actualidad hay tantos coches abandonados. Uno es la estrecha relación que tienen los venezolanos con sus vehículos. "Hay gente que atesora vehículos viejos, o para guardarlos y venderlos como carros de colección, o porque han venido de un familiar y no quieren desprenderse de él", señala el secretario general del Sindicato Chrysler de Venezuela, Christian Pereira.

   El segundo factor que este señala es la coyuntura actual. Como parte de la crisis económica que Venezuela vive desde hace unos tres años, la escasez se expandió por todas las partes de la economía, entre ellos los repuestos de los coches.

   Con una inflación que el pasado año alcanzó el 200 por ciento, un repuesto puede valer más de lo que costó el vehículo hace dos o tres años. "Mucha gente ha tenido que dejar el carro parado por meses o años, porque la mayoría de repuestos no son importados por el gobierno, sino a través del mercado negro y eso los hace mucho más caros", explicó Pereira.

   Sin embargo, la realidad es otra. Muchos de los vehículos que parecen abandonados están puestos a la venta, pero por partes. Tanto las aseguradoras como las siderurgias compran el acero, el hierro y el aluminio para fundirlos y convertirlos en material de construcción.

   En este momento, uno de los artículos que más se demandan en el contrabando entre Venezuela y Colombia es la chatarra, por detrás de la gasolina y los alimentos.

   En Colombia, el mercado de la chatarra mueve hasta 2.000 millones de dólares al año, según Asopartes, una asociación del gremio colombiano. Además, de acuerdo a la Policía Fiscal y Aduanera colombiana, el 80 por ciento de esa chatarra viene de Venezuela.

    En el año 2013, el gobernador de Táchira, José Vielma Mora, prohibió la comercialización de chatarra, cuyo control quedó en manos de las autoridades locales.

   No obstante, ni esta prohibición ni el cierre el pasado año de la frontera, ha impedido que el contrabando de chatarra aumente, por lo que los vehículos abandonados siguen siendo una buena oportunidad de negocios para muchos.